Al igual que los Zaltu, a los Ángeles de la Naturaleza se les dio la tarea de crear tantas variedades diferentes de vida como fuera posible. Como podría atestiguar cualquier botánico moderno, se superaron a sí mismos. Los Ninurtu crearon plantas que los animales usaban para alimentarse (y viceversa, ya que los cuerpos de los muertos servían para alimentar la flora del mundo). Los Ángeles de la Naturaleza también disfrutaron de una relación especial con los Shamash; los Ángeles de la Luz proporcionaron la energía para muchas de las creaciones de los Ninurtu. Si no fuera por el mandato de Dios de amar a los humanos, los Ángeles de la Naturaleza podrían haberse contentado con dejarlos revolcarse en la ignorancia para siempre. Pero los Ninurtu tenían sueños grandiosos de que los humanos vivieran despreocupados en sus bosques, corriendo en sus campos, sin temor (no porque los ángeles los protegieran, sino porque los humanos aprenderían y recordarían qué plantas se podían tocar y comer). Cuando llegó la rebelión, los pocos Ninurtu que se unieron a Lucifer fueron los que habían protegido a los humanos nacientes de la muerte resultante de comer una planta venenosa o indigesta.
Durante toda la guerra, los bosques fueron campos de batalla cuando los Ninurtu transformaron la flora en combatientes y guardianes. Y luego, los rebeldes se vieron exiliados a un lugar oscuro y sin vida, supuestamente para siempre. Sin embargo, al regresar a la Tierra, los Ninurtu descubrieron exactamente cómo los humanos trataron sus creaciones, talando bosques y envenenando el suelo con químicos. Sin embargo, a pesar de este disgusto, no todos (incluso la mayoría) de los Ninurtu son ecoterroristas. De modo que muchos quieren ver el mundo destruido, quemar la tierra para que puedan crecer de las cenizas. Algunos Devoradores no desean ver el mundo destruido, lo que quieren es regresar al Paraíso simple, que alguna vez fue. Eso significaría deshacerse de la mayoría de los humanos, por supuesto, pero muchos Ninurtu sienten que la humanidad ya tuvo su oportunidad.
En su forma apocalíptica, los Ninurtu generalmente adoptan la característica de las plantas que ayudaron a crear. Por lo tanto, un Devorador que ayudó a crear un roble puede ser enorme y resistente, mientras que un ángel de hiedra puede ser delgado, pero extremadamente fuerte. Sin embargo, a medida que se desarrolla su Tormento, la mayoría de los Ninurtu crecen en tamaño y toman la furia del planeta que sus queridos humanos están destruyendo lentamente. Los ángeles de la naturaleza se manifiestan en una amalgama de la
flora que gobiernan y la fauna que prospera bajo su tutela. Su piel suele
estar recubierta de un fino pelaje similar al del ciervo, y a menudo exhiben
pezuñas en vez de pies. Son muy musculosos y sus ojos cambian de color
como las estaciones, yendo del gris pálido al verde oscuro estival.
La Faz de la Naturaleza confiere las siguientes habilidades especiales:
• Sentidos mejorados: Los cinco sentidos del personaje se agudizan
hasta niveles sobrehumanos, lo que reduce en dos sus tiradas de Percepción.
• Piel de camaleón: La piel del demonio le permite confundirse con
su entorno. La dificultad de todas las tiradas de Sigilo se reduce en uno si se
mueve, y en dos si permanece inmóvil.
• Pasar sin dejar huella: La dificultad de las tiradas de Sigilo del personaje se reduce en dos, y su paso no interferirá con el entorno en ningún
aspecto. No dejará huellas de pisadas ni se moverán las hojas.
• Niveles de salud adicionales: El demonio adquiere tres niveles de
salud Magullado adicionales a efectos de resistir el daño contundente, letal
y agravado.
Tormento: Los Ninurtu monstruosos muestran tonos más oscuros y
sus ojos son del color argénteo de la luna. Su tamaño es descomunal, y su
apariencia exuda una sensación de ominosa amenaza que rivaliza con lo
que se siente inmerso en un bosque inmenso o ante una montaña colosal.
La Faz de la Naturaleza confiere las siguientes habilidades Atormentadas especiales:
• Espinas: Los hombros, el torso y los brazos del demonio se cubren
de afiladas espinas negras que infligen un nivel de daño agravado a todo
aquel que consiga golpear o apresar al demonio en combate sin armas.
• Aumento de tamaño: El cuerpo del personaje crece un tercio de su
altura normal, sumando los siguientes Rasgos de bonificación: +1 Fuerza,
+2 Destreza, +1 Resistencia.
• Extremidades adicionales: El demonio desarrolla una cola prensil,
a discreción del jugador. Ésta mide la mitad de la altura del personaje y
sólo utiliza la mitad de su Fuerza (redondeando hacia abajo) para levantar
objetos, además de permitirle colgarse cabeza abajo.
• Veneno: La saliva del demonio contiene una variante embriagadora
de veneno que afecta a la voluntad de sus víctimas. Si alguna de éstas se
expusiera a la saliva del Devorador (por medio de una herida abierta, o un
beso), perdería un punto de Fuerza de Voluntad por punto de Tormento
del demonio de no superar una tirada de Resistencia (dificultad 7). Si la
víctima pierde toda su Fuerza de Voluntad de este modo, se sumirá en un
coma semejante a la muerte. Los efectos del veneno se prolongarán durante
tantos días como puntos valga el Tormento del demonio.
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