Al igual que los Ninurtu, estos ángeles fueron acusados de poblar el mundo con la mayor variedad posible. Desde los insectos más pequeños hasta las criaturas marinas más grandes, los Zaltu trabajaron estrechamente con los Aruru para crear animales en todas partes. Los Zaltu se enorgullecían de su ingenio; crearon formas para que la vida perdure y se adapte independientemente del entorno o las condiciones climáticas (algunos sospechan que hay una competencia poco amistosa entre los Zaltu y los más destructivos Adad o Kishar). Cuando se les pidió que crearan a los humanos, tenían prohibiciones impuestas por el Creador y no usaron los métodos más eficientes posibles para diseñarlos. Las culturas posteriores hablarían de seres que prodigaban regalos naturales sobre los animales, sin dejar ninguno para el hombre, pero los Zaltu con mucho gusto habrían convertido a los humanos en las criaturas más rápidas, fuertes y perceptivas de la Tierra si se les hubiera permitido.
Pero como las otras bestias tenían prohibido atacar a los humanos, a los Zaltu no les importaba. Y luego llegó la maldición de Miguel de que los humanos ahora serían presas de las bestias de la Tierra, y los Rabisu aullaron de angustia, porque habían hecho su trabajo demasiado bien. Durante toda la guerra, los Zaltu protegieron a la humanidad de las peligrosas bestias, y cuando fueron encerrados en el Abismo, estos ángeles estaban preocupados de que las bestias se levantaran y comiera a los humanos si los Zaltu no estaban allí para salvarlos a ellos. Pero cuando los primeros Zaltu fueron liberados del Infierno, vieron en cambio que la humanidad había matado sin motivo alguno a la mayoría de los depredadores del mundo, destruyendo especies enteras, que les habían tomado crear un tiempo incalculable a los Zaltu. Esto, más que cualquier preocupación por Lucifer, convirtió a muchos Zaltu en los Voraces. Además de cualquier preocupación acerca de que los humanos arruinen su trabajo, los Zaltu lamentan nunca haber podido enseñar a la humanidad que todo lo que hay bajo el Cielo tiene un propósito, no importa cuán horrible pueda parecer a los ojos humanos. Si solo la humanidad hubiera podido aprender eso, se lamentan los Devoradores, ¿quizás el mundo estaría en un mejor estado? Ahora, sin embargo, el punto es en gran medida discutible, ya que los Zaltu no ven ninguna razón para intentar educar a la humanidad.
Dos Zaltu no se ven iguales. A menudo, la Faz de la Bestia depende del área de especialización del demonio en cuestión. Por lo tanto, algunos Zaltu tienen pelaje, otros escamas, mientras que algunos tienen conchas o pieles de cuero. Sin embargo, a medida que aumenta el Tormento del Zaltu, la caza se vuelve tan importante que sus cuerpos comienzan a descomponerse. Un monstruoso Zaltu podría parecer enfermo y ensangrentado, pero aullara continuamente por sangre y carne fresca. Los ángeles de la caza son temibles debido a su fuerza y su majestuosidad. Deambulan invisibles entre las tinieblas, con la potencia y la gracia
de una pantera. Las características físicas de estos caídos son muchas y muy
variadas, pero casi todos serán musculosos y estarán cubiertos de pelaje,
con grandes ojos dorados que refulgirán como carbones encendidos a la luz
de la luna. Hablan con un ronquido bajo y líquido, y sus aullidos hielan la
sangre en kilómetros a la redonda cuando van de cacería.
La Faz de la Bestia confiere las siguientes habilidades especiales:
• Aumento de tamaño: El cuerpo del personaje crece un tercio de su
altura normal, sumando los siguientes Rasgos de bonificación: +1 Fuerza,
+2 Destreza, +1 Resistencia.
• Sentidos mejorados: Los cinco sentidos del personaje se agudizan
hasta niveles sobrehumanos, lo que reduce en dos sus tiradas de Percepción.
• Garras/Dientes: El personaje manifiesta garras y colmillos capaces
de infligir Fuerza + 2 de daño agravado.
• Acciones adicionales: Se pueden gastar puntos de Fe para conseguir acciones adicionales en un turno, al precio de un punto por acción.
Estas acciones tienen lugar en orden descendente de iniciativa, de modo
que si un Diablo con iniciativa 7 elige realizar una acción extra, ejecutará
su primera acción con una iniciativa de 7 y la segunda con una iniciativa de
6. El jugador deberá decidir comprar acciones adicionales al principio del
turno antes de emprender cualquier otra acción.
Tormento: Los Zaltu que sucumben a su Tormento ofrecen un aspecto demacrado y enfermizo. Su pelaje está sembrado de calvas y jaspeado de
mugre o sangre. Sus enormes fauces aparecen ribeteadas de espumarajos,
y su gruesa piel engrosa hasta convertirse en un tosco pellejo de cartílago
y carne insensible.
La Faz de la Bestia confiere las siguientes habilidades Atormentadas
especiales:
• Piel gruesa: La piel del personaje, semejante al hierro, actúa como
armadura y le proporciona cuatro dados adicionales para absorber el daño
contundente, letal y agravado.
• Fauces desencajadas: El metabolismo del demonio es como el de
un horno, capaz de consumir virtualmente cualquier material sin sufrir
daño. El metal, la piedra o la carne pueden ser engullidas y digeridas con
facilidad. La dificultad de los ataques de mordisco se reduce en dos, y el
mordisco inflige Fuerza +4 de daño agravado.
• Extremidades adicionales: El demonio desarrolla un segundo par de
brazos o una cola prensil, a discreción del jugador. Los brazos adicionales le
permitirán desviar o parar asaltos cuerpo a cuerpo o sin armas sin necesidad
de renunciar a su acción declarada ese turno, o ejecutar dos ataques extras por
turno (con su reserva de dados completa). La cola prensil mide la mitad de la
altura del personaje y sólo utiliza la mitad de su Fuerza (redondeando hacia
abajo) para levantar objetos, además de permitirle colgarse cabeza abajo.
• Piel de camaleón: La piel del demonio le permite confundirse con
su entorno. La dificultad de todas las tiradas de Sigilo se reduce en uno si se
mueve, y en dos si permanece inmóvil.
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