Azotes

Los Asharu alguna vez fueron los portadores del aliento de Dios, creando arcilla mortal con los primeros movimientos de la vida y luego observando cómo sus creaciones crecían hasta la edad adulta y más allá. Estos ángeles guardianes cabalgaron por las suaves nubes sobre el Paraíso, listos para correr en ayuda de los necesitados. Después de la Caída, sus agudos ojos y su comprensión de los poderes de la salud (y la peste) los convirtieron en figuras sombrías, prescindiendo de la vida o la horrible muerte, como lo creían conveniente. Los Azotes Caídos manifiestan habilidades que reflejan sus antiguos lazos con los vientos y su dominio sobre las energías de la vida. Las alas agraciadas o el poder para evitar el daño de una caída son sus manifestaciones favoritas, así como el poder vivificante que se manifiesta en su respiración, sus caricias o sus besos. Los Azotes vengativos o atormentados son figuras de pesadilla que se llenan de vida incontrolada en forma de tumores cancerosos, garras que gotean con limo viral o carne que emite nubes de esporas que permiten que las percepciones del demonio penetren en la habitación más herméticamente sellada.

Además de estas poderosas habilidades, los Azotes se remontan a sus días como guardianes al manifestar habilidades que mejoran sus percepciones más allá del conocimiento humano. Los ojos que ven más allá de cualquier halcón, los filamentos que detectan el más mínimo cambio en la presión del aire o los bulbos olfativos que pueden detectar el olor más leve a kilómetros de distancia son posibles mejoras de un Azote.

• Atributos: Resistencia, Astucia, Percepción.

• Habilidades: Alerta, Atletismo, Empatía, Medicina.

• Carne de Mártir: El Azote puede ignorar todas las penalizaciones de heridas en su forma reveladora.

• Saliva Curativa: Una vez por escena, el Azote puede lamer las heridas de un mortal o demonio. Esta acción cura todo el daño contundente o un nivel de daño letal, o convierte un nivel de daño agravado en daño letal.

• Nube de Esporas: Una vez al día, el Azote puede emitir una nube de esporas de su cuerpo que son lo suficientemente livianas como para permanecer suspendidas en el aire y arrastrarse con el viento. Las criaturas vivientes que pasan a través de esta nube de esporas recogen decenas de microbios en su piel y ropa, pero por lo demás no sufren daños. El Azote puede recibir información sensorial de esta nube de esporas durante la duración de la escena, permitiendo que el demonio vea y escuche todo lo que ocurre en las proximidades de las esporas como si el mismo estuviera parado allí.

• Toque de Peste: Con un solo toque, el Azote puede infligir una enfermedad mortal a la víctima. Si el demonio toca su objetivo, la víctima sufre una cantidad de niveles de daño igual al puntaje del Tormento del Azote. Además, a menos que se haga una tirada exitosa de Resistencia (dificultad 7), el objetivo sufre un nivel de daño letal por día durante un número de días igual al puntaje del Tormento del Azote.