Primeros entre los caídos, los Namaru fueron contados entre los Heraldos del Cielo, llevando la palabra del Creador a cada parte del cosmos y dirigiendo el Ejercito Celestial en sus labores. Más tarde fueron nombrados los campeones de la humanidad, trayendo su autoridad divina y majestad a la custodia de la humanidad. Los Diablos son líderes y estadistas sin igual, incluso los ángeles más venales de la Casa son capaces de momentos de magnetismo poderoso y orgullo altivo. Como corresponde a su posición, los Namaru se centran en el poder social y político, cultivando habilidades que les otorgan la capacidad de ganar corazones y mentes a través del amor o el miedo. Formar habilidades que le permitan al demonio capturar la atención de aquellos a quienes se dirige, desterrar el miedo u ordenar la fidelidad de extraños son manifestaciones probables, así como percepciones sobrenaturales que permiten a los caídos descuidar la falsedad o las intenciones hostiles. Todo el ser de un Diablo se dedica a atenuar su entorno, doblando la voluntad de un demonio o mortal a través de la sutileza o el resplandor puro y cegador.
Esto no quiere decir que los Namaru deben depender de otros para su supervivencia: eran los señores de la guerra de la hueste infernal, llevando el título de campeón de la humanidad con una seriedad mortal. Los Diablos son capaces de manejar una amplia gama de habilidades de combate, desde escamas lustrosas y blindadas hasta alas con bordes de plata afilada. Como regla general, las manifestaciones de combate de un Diablo tienden a ser más precisas y elegantes en su evolución que las brutales habilidades manifestadas por los Rabisu.
• Atributos: Apariencia, Carisma, Manipulación.
• Habilidades: Etiqueta, Intimidación, Liderazgo, Subterfugio.
• Oído de Mentiroso: El diablo puede saber automáticamente cuándo alguien le miente.
• Halo de Majestad: Un halo dorado cambiante rodea la cabeza y la cara del Diablo. Ningún mortal o demonio puede atacar al Diablo sin una tirada exitosa de Fuerza de Voluntad (dificultad 8).
• Alas Filosas: El diablo brota un par de alas blancas de sus hombros cuyos bordes largos son afilados y flexibles como una navaja. El Diablo puede atacar a los oponentes en combate cuerpo a cuerpo (o al pasar por un objetivo mientras está en vuelo) con una tirada exitosa de Destreza + Armas Cuerpo a Cuerpo (dificultad 7 si está de pie, dificultad 6 mientras está en vuelo). Las alas filosas infligen Fuerza + 4 daños agravados.
• Ojos Abisales: Los ojos del Diablo se convierten en una sombra líquida, rezumando por su rostro u ocasionalmente extendiéndose como zarcillos o dedos. Cualquier mortal o demonio que se encuentre con la mirada del Diablo pierde tres dados de todas sus reservas durante ese turno a menos que se realice una tirada exitosa de Fuerza de Voluntad (dificultad 7).
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