La Vista desde la Cima

Hay una diferencia entre esconderse por el miedo y aguardar nuestro momento. Nosotros esperamos el momento perfecto para atacar, como un hábil depredador.

- Eleanor Zheng Arconte Nosferatu

La Camarilla es una sociedad secreta. Esto es obvio. Pero ¿cuál es su iniciación final? ¿Cuándo conoces todos los secretos? Esta experiencia no es ajena al mundo mortal. El poder ofrece muchas iniciaciones a quienes lo poseen. Políticos, periodistas, industrialistas: todos son invitados a situaciones sociales que terminan por ocultar algo más. A veces estos secretos se convierten en sociedades formales: el Gran Oriente, Skull and Bones, nombres de los que ni siquiera has oído hablar. Cuando entras en un grupo tan selecto, te conviertes en parte de un nuevo mundo. Comprendes cómo funciona el mundo desde un nivel superior.

El segundo Abrazo es tal iniciación, pero otras mucho más estrictas te aguardan en la Camarilla. Puedes unirte a la Primogenitura, convertirte en Príncipe, ascender incluso más alto en la jerarquía… para terminar por descubrir que ni siquiera el Círculo Interior lo sabe todo. Siempre aguardan más secretos. Ten cuidado si se te ofrece un título. A veces, a los Príncipes les gusta poner a prueba a los Vástagos jóvenes dándoles poder. El poder es oportunidad pero también peligro. Tal vez quieras rechazarlo. Permíteme este poco de humor. Por supuesto que nunca lo rechazarás. Tu ambición es demasiado grande. Muchos en la Camarilla adoran los títulos. Quieren ser Príncipe, Justicar, miembro del Círculo Interior. Harás bien en recordar que, aunque el poder estriba en puestos oficiales, también se extiende fuera de sus límites. Mírame a mí. A veces he ostentado un título oficial de la Camarilla. A menudo no. Y aun así, mi poder e influencia nunca han dependido de ello. Un título no es más que un asunto de conveniencia, nada más. Mi boda me ofrece una nueva iniciación, una nueva fase en mi existencia, pero no existe un puesto oficial para aquello en lo que me convertiré en la Camarilla o la Ashirra. ¿Crees que careceré de poder?

- Victoria Ash

Cada pesadilla confabulada por los paranoicos, cada miedo justificado que sienten los oprimidos, cada conspiración postulada por la ley e insinuada en el saber popular, la Camarilla va más allá y peor. Controla vidas, dinero e historia. Ellos les dijeron a tus ancestros en qué creer, les dicen a los medios sobre qué informar. Si la Camarilla quiere mantener algo en secreto para el ganado, entierra la historia… y al narrador. Estos expertos conspiradores y manipuladores no tiran del mismo yugo como bueyes dóciles. Los Vástagos de la Camarilla usan las herramientas de manipulación y engaño unos con otros como lo hacen con el ganado y otras Sectas. Pero están de acuerdo en una verdad: somos más fuertes dentro de la Camarilla que cualquiera fuera de ella.

En palabras de Fiorenza Savona, cabecilla en ascenso del Clan Ventrue: Comprende, mi pequeño Neonato, que la fortuna te sonríe. Los menos afortunados dicen que nuestra Secta bebe vanidad además de sangre, que sólo se preocupa por su propio reflejo sombrío en el espejo. Puede incluso que tus toscos compañeros Anarquistas te hayan dicho que somos “un elitista club de campo vampírico”. Es cierto que la gente inferior y celosa suele confundir el orgullo con vanidad. Y de hecho, protegemos a los nuestros y retiramos nuestra protección de los que son demasiado estúpidos como para aceptarla. Rebajándome a su jerga, somos auténticos elitistas, porque somos la élite auténtica. Mientras tanto, nuestro club de campo se juega países enteros. La membresía de nuestro club, nuestro extenso club, implica cuotas, por supuesto. Te invitamos cuando te consideramos capaz de dominar la Mascarada y digno de servir a la realeza.

Y tú debes pagar tus cuotas en la moneda del reino. En Atenas, puede ser suficiente contar con la aceptación de la mayoría de los Vástagos de la ciudad, mientras que en Ciudad del Cabo, sólo la palabra del Príncipe te admite en la Torre de Marfil tras poner a prueba la fuerza de tu Sangre. Demuestra que conoces las reglas y puede que seas invitado a ejecutarlas… o a redactarlas. No todos los aspirantes entran en la Torre. Algunos incluso retroceden ante la primera puerta cerrada, traicionados por sus propias dudas. Destierra esas dudas. Si te consideras indigno de la Camarilla, ten por seguro que la Camarilla está de acuerdo contigo. Pero encubre tu muerte, corta tus lazos con el simple ganado y ocupa tu lugar como jugador en la mesa y entonces trataremos contigo, puede que incluso apuntalemos tu juego. Recuerda que mientras juegas con nosotros, la fortuna te sonríe. Ella sólo saca los colmillos en muy raras ocasiones.

"Somos una cábala monolítica y cruel que expande y mantiene nuestra esfera de influencia mediante manos invisibles. Nos infiltramos en lugar de invadir, subvertimos antes que debatir, intimidamos sin pedir la opinión de nuestros inferiores. Nuestro poder vuela en la noche con alas íncubas en lugar de marchar con ejércitos durante el día. Nada puede interponerse en nuestro camino, igual que nadie puede hacerlo ante una sombra."

—Las reglas son muy sencillas —susurró Rider entre el estrépito de voces mortales mientras caminaba junto a su Chiquilla y ambas atajaban por una estación de metro a rebosar de viajeros
—. Ejercita la contención en todo. Nada de alimentarse de forma aventurada, nada de alardes de poder, nada de crear nuevos Chiquillos sin permiso del Príncipe y, por supuesto, nada de decirles a los vivos lo que hacemos. Syl asintió al tiempo que trataba de mantener el ritmo de su Sire conforme se deslizaba entre el ganado como un pez que fluye sin esfuerzo contra las olas.
—Decías que podría preguntar cualquier cosa, ¿verdad? —Chocó con una anciana y se disculpó a su pesar. —Correcto. Prefiero que preguntes a que cometas un error que regrese para perseguirme
 —respondió Rider, su tono apenas audible por encima del parloteo de pasajeros al teléfono y hablando unos con otros mientras iban de A a B.
—Bien. —Syl apretó el paso para alcanzar a la vampira que la había creado—. ¿Cuál es el sentido de vivir para siempre si no puedes soltarte de cuando en cuando? Quiero decir, tenemos estos poderes por alguna razón, ¿verdad?
Rider se detuvo en seco, el ganado seguía a su alrededor sin parar a pesar de que su presencia estaba prácticamente bloqueando una escalera mecánica. Syl tuvo que dar un paso atrás para evitar verse arrastrada por la marea de tráfico humano.
—Sí, tenemos estos poderes por una razón. Esta cosa nuestra que no mencionaremos en un lugar tan público premia con títulos a quienes dominan sus dones. El nuestro es un grupo dedicado al control, tanto de nuestro mundo como de nosotros mismos. El control es no dejar que tus garras surjan en tus manos cada vez que te sientes furiosa ni decirle a alguien que salte frente a un autobús cada vez que te molestas. El control es tener este poder, dejar que los demás sepan que lo tienes y escoger no usarlo.
La confusión de Syl se convirtió en una sonrisa al tiempo que terminaba el pensamiento de su Sire.
—Para que cuando tengamos que usarlo…
—Exacto. —Rider se deslizó a las escaleras mecánicas seguida de Syl.