Arquetipos

Súbdito inconsciente 

Te dijeron que era un ensayo clínico, pero ese sitio no era un hospital, eso seguro, y ellos no parecían médicos. Aunque aparecisteis los mismos de siempre y el dinero era real. Te hicieron firmar papeles, pero viendo al tipo de la puerta, los abogados no era lo que más miedo te daba. Aun así, ese material era potente. Te tuvo en pie toda la noche, como algún producto químico de alta calidad salido de la Web Oscura. Probablemente lo era. La segunda vez tuvieron menos voluntarios, y también os asignaron tareas a todos. «Para tomar medidas» dijeron. Raro, pero la paga era demasiado buena como para pasar, por no mencionar el subidón. La tercera vez os dieron a los cuatro que quedabais una lista de nombres e instrucciones. Te preguntas cuántos os presentaréis la próxima vez. 

Especialista en limpieza 

Las necesidades de los Vástagos son un asunto sangriento, y a veces los pinchazos de su monstruosa Ansia significan que es necesaria una limpieza más a fondo. Esto no siempre es tan sencillo como deshacerse de un cadáver envuelto en plástico en algún vertedero de un callejón. Puede ser tan complicado como borrar a alguien por completo del sistema, y en los casos más extremos, cortar los cabos sueltos para que las evidencias no puedan rastrearse de vuelta a nadie. En cualquier caso, es una profesión exigente. Una que requiere un estómago fuerte, pero si las cosas se tuercen, al menos tienes la habilidad de encubrir muertes… o fingir una, si es necesario. 

Correo mnemotécnico 

Cuando es necesario entregar algo de forma discreta y hacer que los ojos curiosos miren a otra parte, tus amos te llaman a ti. Como correo veterano, que ha pasado de drogas a armas, y de ahí a animales exóticos casi extintos, ahora ejerces tu profesión transportando la mercancía más volátil de todas: información. Sus secretos están a salvo contigo. Después de todo, nunca los aprendes. Todo lo que recuerdas son los ojos de tus amos y una inquietante sensación de caer. En tu destino, una palabra libera tu cargamento, que surge de tus labios mientras te sumes en un río de desmemoria. Mientras cruzas la ciudad o el mundo, tus amos pueden confiar en tu capacidad, tu discreción y, por encima de todo, tu habilidad para recordar y luego olvidar. 

Disidente 

Donde otros se contentan con dejarse llevar y seguir cualquier orden que les den, tú te revelas contra cada expectativa y tendencia social. No es que seas un inconformista, sino que posees un fuerte sentido de la identidad que es difícil de eludir y los intentos mundanos de manipularte tienden a fracasar. Hay un toma y daca en tu relación. Aunque tu Domitor no sabía del todo lo que se llevaba contigo, tu ardiente defensa de tu individualidad y tu franqueza han sido la comidilla del dominio desde entonces. Aunque es importante que sigas cayéndole en gracia a tu Domitor, también tienes una vida aparte de él; una totalmente separada que preferirías que se mantuviera así.