Cabeza de la Fe

En tiempos de conflicto, la Estirpe y la Grey acuden a la fe en busca de confort y guía. La de Cabeza de la Fe es una posición ancestral que recientemente ha vuelto a estar en boga en ciertos dominios. El título abarca una desconcertante cantidad de consejeros en asuntos del alma, desde predicadores cristianos que recuerdan a los Vástagos del dominio su humanidad o ilustrados Haqimitas que aconsejan al Príncipe en asuntos de diplomacia cultural a cultores de Matusalenes que tratan de enseñar el respeto por los ancestros. Algunos son intolerantes fanáticos que buscan erradicar la herejía, otros representan a una amplia congregación de creyentes que buscan significado desde dentro del tradicionalmente seglar gobierno de la noche. La Cabeza tiene un nivel de poder variable, de oficiante de rituales cortesanos en los que nadie cree mucho a ser capaz de invalidar al Príncipe en asuntos de fe y perdón. 

Algunas Cabezas son incluso consultadas en asuntos de interpretación de las Tradiciones. Normalmente, la Cabeza es designada por el Príncipe, pero también puede ser un predicador popular elevado al poder por su congregación. La fe de una Cabeza poderosa suele convertirse en la religión oficial del dominio. Desde que el retorcido sacerdocio del Sabbat ha abandonado la mayoría de las ciudades, la fe, los títulos religiosos y la adoración han pasado a estar más aceptados en la Camarilla, pero incluso ahora pocos se atreven a usar la corrompida nomenclatura católica de Obispo, Cardenal, Priscus y Templario. Incluso la Iglesia de Caín prefiere usar títulos islámicos u ortodoxos y protestantes, con denominaciones como Imán, Ulema, Archimandrita, Predicador, Hierodiácono o Protopresbítero. Cuando la Cabeza representa al culto de un Matusalén u otra fe únicamente vampírica, sus títulos y los de sus subordinados son extraídos, por supuesto, de las tradiciones de ese Culto de Sangre concreto. 

«Esta noche te enseñaremos a comulgar con tu alma, tu Sangre, tu Bestia, y a comprender en qué puedes convertirte si decides intentarlo.»

– Daniel Anderson, Consuncionista de Décima (Antes Undécima) Generación

Ejemplos de Cabezas vampíricas:

Doyle "Asís" Fincher: Católico devoto, hijo de inmigrantes irlandeses, a temprana edad se convirtió en carnicero en los infames mataderos del Chicago de principios del siglo xx. Era extremadamente hábil en su trabajo, pero muy asocial con sus compañeros humanos, y sólo se sentía cómodo matando animales, a quienes era capaz de calmar y despachar sin dolor, suplicando a san Francisco. Su eficiencia inspiró a Inyanga, la Primogénita Gangrel de Chicago, a contratarlo como su “rastreador y carnicero”, poniéndolo a prueba en varias expediciones y travesías. Quedó tan satisfecha con su desempeño que lo Abrazó. Igual que su Sire, Doyle siempre ha preferido alimentarse de animales, asegurando sentir una conexión espiritual con ellos, que experimenta como un momento de comunión con su santo patrón. Ésta es una de las razones por las que sirve como Cabeza de la Fe del actual Príncipe de Milwaukee. Fincher posee un gran corral en el South Side y, usando varias ambulancias como transporte, vende una amplia variedad de sangre animal a otros Vástagos. Durante diversos conflictos en Milwaukee, ha llegado a ser conocido por proporcionar santuario a todo tipo de Vástagos en el subsótano de su factoría, incluyendo Anarquistas y otros marginados.

Cillian Kymber: Un Neonato tremendamente carismático y bienhablado. Aunque ¿qué esperarías de un Toreador? Este Vástago de Duodécima Generación no tiene un gran impacto en el escenario mundial, pero es prácticamente una celebridad en sus selectos círculos. Su más reciente invención ha sido autoproclamarse nodista de Belfast. Cómo llegó a apropiarse de una copia del Libro de Nod y de fragmentos del Diario de la Jyhad son sus secretos mejor guardados, pero es asombrosamente convincente cuando, con una sonrisa y un guiño, declara que puede determinar exactamente en qué parte del mundo está enterrado cada Antediluviano y por dónde deambula actualmente Caín. Dice incluso que se ha encontrado personalmente con el Padre Oscuro. Aunque la mayoría de Vástagos experimentados considera a Kyber un enorme mentiroso, los Neonatos más jóvenes de su dominio aceptan con entusiasmo cada una de sus palabras.