Me gusta cuando alguien nuevo y excitante me persigue y trata de ganarse mi favor. También disfruto seduciendo objetivos imposibles,
aquéllos que los demás me dicen que nunca estarán interesados. Es un juego tentador y hace
mucho más delicioso el éxito.
Nada de eso se aplica a los Punks. Con ellos es mejor ser directo, ser físico desde la primera
mirada.
Coloca las manos en su pecho, déjales sentir cómo tiemblas un poco tan cerca de ellos
y asegúrate de desnudar accidentalmente tu cuello o abrir tus labios (dependiendo de si quieres
dirigir o que te dirijan). Deja que la naturaleza haga el resto. Si tu deseado Rebelde aún habla en
este punto, quizás no valga la pena después de todo.
El Cónclave de Praga
El Cónclave de Praga
Relatado por Damien, Chiquillo de
Critias, Heleno del Clan Brujah:
Nosotros los Brujah éramos una
espada de doble filo en manos de
la Camarilla. El principal Clan de
los Anarquistas y, aun así, con los
mismos derechos y privilegios que
los demás. La mayoría de nosotros
éramos chusma, pero rezo porque
también recuerdes nuestro linaje
como uno de notables portavoces,
pensadores y verdaderos poseedores de una pasión destacada para
nuestra especie. Pocos de los demás
Clanes confiaban en nosotros, pero
pocos de ellos confían unos en otros,
así que no es para tanto. Asumieron,
inocentemente quizás, que mi Clan
apreciaba la seguridad de la Camarilla y nuestra limitada flexibilidad
dentro de ella. Pero, una vez eres un
rebelde, lo eres para siempre. Así
somos los Brujah, y probablemente
deberían haberlo sabido.
El Cónclave de Praga reunió a
representantes de todos los Clanes
de la Camarilla para discutir el
próximo siglo y la mejor forma de
manejar lo que en ese tiempo se
asumió que era una rama de la Sociedad de Leopoldo financiada por
el gobierno.
Casi diez años después,
algunos se refieren al evento como
“la Convención de Praga”, etiquetando erróneamente el cónclave
y poniéndolo al mismo nivel que
la Convención de Thorns. Pero la
Convención escrita en Praga no
era un acuerdo firmado con sangre,
sino una declaración de guerra subrayada con las vísceras derramadas
de uno de nuestros fundadores.
Pertenezco al Clan de los Reyes
Filósofos, soy un orgulloso Brujah,
y aborrecía a Hardestadt, igual que
mi Sire. Aun así, lo que pasó fue
una traición.
La primera parte de la ceremonia era la recitación de las Tradiciones. Todo el mundo pronunció las
palabras. Renovaron sus juramentos.
La segunda parte era que el portavoz
de cada Clan descendiera al escenario central y se arrodillara frente a su
representante del Círculo Interior.
Todo estaba planeado
para impresionar y
sobrecoger al organizarse
en un teatro ultramoderno, todo blanco tiza
e iluminación artística.
En las últimas filas se
sentaban los refrigerios.
Testigos silenciosos,
atados y amordazados.
Muy adecuadamente,
los representantes se
alzaban en un círculo en
el escenario.
Theo Bell, Arconte
de la Camarilla, nacido
como esclavo y renacido
como asesino.
Durante
un siglo había servido a
la Secta y había hecho
a su Clan, mi Clan, un
gran honor mediante su
lealtad, resolución y predisposición a hacer cualquier cosa por la Torre
de Marfil. También era un Brujah.
Cuando se arrodilló ante Hardestadt
sonó un murmullo de consternación
por todo el anfiteatro. Bell era un
Brujah, Hardestadt era un Ventrue.
Entiendo que el portavoz Ventrue,
Jan Pieterzoon, se quedara perplejo
cuando menos. ¡Bell había tomado
su puesto! Me hace reír incluso
ahora sólo de pensarlo.
Bueno, no les dio tiempo a
debatir el ritual, la ceremonia o la
genuflexión. Cuando Hardestadt
miró hacia abajo, Bell miró hacia
arriba y de su chaqueta surgieron los
cañones de una escopeta recortada.
Hardestadt era anciano. Su
cuerpo debía haber sido de granito. Pero Bell había cargado el
arma con alguna clase de munición
incendiaria que detonó en el cráneo del fundador de la Camarilla.
Antes de que Pieterzoon pudiera
gritar, Bell se giró hacia él y le
liquidó. Sé que Bell niega haberlo
matado, pero también sé que éste
no salió del teatro.
Ya fuese Bell o
algún otro, los Brujah del edificio
lanzaron un asalto coordinado
contra los Ventrue presentes, dejando a los Tremere y los Toreador
atrapados en el caos y la conflagración mientras la mayoría de
asistentes huían en lugar de luchar.
Dudo que Bell se rebelase sin
motivo. Es decir, siempre fue digno
de confianza y, aunque es bien sabido
que le irritaban Justicar como Pascek
e individuos como Hardestadt,
sabía que la Camarilla apoyaba el
orden.
Bell apreciaba el orden.
Así que ¿por qué terminó por
rebelarse en su no-vida como había
hecho en vida? Creo que cayó presa
de esa vieja debilidad nuestra. Creo
que un Ventrue como Hardestadt
dijo algo antes de la ceremonia o él
oyó los planes de la Camarilla de
lanzar a los Anarquistas a la Inquisición para salvar nuestro pellejo.
Perdió los nervios,
agarró un arma y
cometió este asesinato por impulso. No
me sorprendería que
Hardestadt le hubiese
llamado “muchacho” al
hincar la rodilla. Quizás
Bell estaba manteniendo su furia bajo control
hasta que el Ventrue le
degradó una última vez.
Así que, sí, los
Brujah vamos a una gran
ceremonia y la usamos
para realizar un asesinato
flagrante. En cuestión de
noches, la noticia había
recorrido Europa y en
una semana todo el mundo lo sabía. Los Brujah se
habían declarado parte
del Movimiento Anarquista. Ciudades enteras
perdieron montones de
protectores. Concejos de la Primogenitura vieron reducido su número.
Rebaños y criados desaparecieron
con el Clan cuando mis parientes
migraron a baluartes Anarquistas
como Los Ángeles y Berlín o trataron de derrocar gobiernos débiles
de la Camarilla en ciudades como
Portland y Estocolmo.
Muchos Brujah, incluyéndome
a mí mismo y a mi Sire, seguimos siendo leales. Nos llamamos
a nosotros mismos Helenos y
representamos la rama filosófica y erudita del Clan más que a
los fogosos Prometeos a los que
pertenecen Bell y su cohorte. Pero
ahora, en estas noches, a los Brujah
nos consideran a todos los efectos
traidores. Todos somos Anarquistas, como todo el mundo sabe. Eso
hace la existencia muy complicada
para alguien como yo. Todo lo que
puedo hacer es mantenerme firme
y seguir demostrando mi lealtad.
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