¿Puedes imaginártelo? ¿Yo, una colona?
Me llevó mucho tiempo entender que la fantasía de la que me había enamorado era de mi
propia creación. Sencillamente había proyectado una idea en un hombre que no era mucho
más que una bestia.
¿Quieres saber lo más ridículo? Cuando traté de marcharme, él lloró. Me suplicó y trató
de detenerme. Durante un segundo me aterroricé porque él siempre había parecido mucho
más fuerte que yo. Pensaba que me mataría en ese momento de celosa debilidad.
Incluso su fuerza era menos de lo que parecía. Fui más rápida de lo que él esperaba y
se reunió con el amanecer con su propia hacha en la cara. Aunque su Sangre sabía bien. Eso
tengo que reconocerlo.
Proclamado por Calebros,
otrora de Nueva York:
Primeros entre traidores, los Gangrel se posicionaron silenciosamente a favor del Movimiento Anarquista hace unas dos décadas. En cualquier caso, no encajaban bien en la Camarilla. Eran perfectos Sheriffs y Arcontes y maravillosos exploradores en territorio hostil, pero esperar que uno tomase un rol político era tan útil como ponerle un traje a un mono. Sí, sí, lo sé, yo era un Príncipe Nosferatu. Que te den. Se unieron a la Camarilla cuando se fundó. Comprendieron nuestra fuerza y fueron incómodos aliados. Los apreciamos, respetaron la mayoría de nuestras normas. Todos tuvimos buenos tiempos. Fue a finales del siglo xx cuando uno de sus jefes, un vampiro llamado Xaviar, se fusionó con la tierra (como ellos son capaces de hacer) y aseguró haber ocupado más que simple barro. Juró que él y su coterie estaban en una entidad viva que había consumido a sus amigos y lo había escupido a él. Llegó a convencerse de que había tenido una experiencia corporal con la Antediluviana Gangrel. Se reunió con los Justicar y se lo contó, y ellos, por supuesto, no le creyeron.
Primeros entre traidores, los Gangrel se posicionaron silenciosamente a favor del Movimiento Anarquista hace unas dos décadas. En cualquier caso, no encajaban bien en la Camarilla. Eran perfectos Sheriffs y Arcontes y maravillosos exploradores en territorio hostil, pero esperar que uno tomase un rol político era tan útil como ponerle un traje a un mono. Sí, sí, lo sé, yo era un Príncipe Nosferatu. Que te den. Se unieron a la Camarilla cuando se fundó. Comprendieron nuestra fuerza y fueron incómodos aliados. Los apreciamos, respetaron la mayoría de nuestras normas. Todos tuvimos buenos tiempos. Fue a finales del siglo xx cuando uno de sus jefes, un vampiro llamado Xaviar, se fusionó con la tierra (como ellos son capaces de hacer) y aseguró haber ocupado más que simple barro. Juró que él y su coterie estaban en una entidad viva que había consumido a sus amigos y lo había escupido a él. Llegó a convencerse de que había tenido una experiencia corporal con la Antediluviana Gangrel. Se reunió con los Justicar y se lo contó, y ellos, por supuesto, no le creyeron.
Ya se comunicasen mediante
pinturas rupestres y señales de
humo o mensajes de texto y frenéticas llamadas de teléfono, los
Animales se levantaron y se marcharon. Como los Brujah, muchos
se quedaron (y fueron considerados por su linaje como perros
amaestrados)… Supongo que si Xaviar realmente estuvo en contacto
con un poderoso Anciano, podía
haber obtenido alguna habilidad
previamente desconocida para
conversar a través de la Sangre,
pero eso es pura especulación.
La Camarilla se indignó ante
la marcha de los Gangrel. Aun así,
no emprendimos ninguna acción
contra ellos. Sentimos que lo mejor
para nuestra propia seguridad era
fingir que aún estaban con nosotros y nunca admitir que no era así.
Sin que lo supiéramos, los
Gangrel de mentalidad más
política y financiera (que los hay)
habían estado canalizando apoyos
al Movimiento Anarquista todo
este tiempo. A pesar de su aparente independencia, estos “lobos
de Wall Street” asumieron que
los Anarquistas eran su afiliación
y formaron un acuerdo de toma y
daca con esta Secta menor que
esencialmente era “cuando queramos militarizaros, lo haremos”.
Tú decides quién lo dijo y a
quién, porque hay que decir que
lo podría haber hecho cualquiera
de ambos.
Cuando los Brujah se unieron al Movimiento Anarquista,
pensamos que eran unos idiotas
por abandonar la estructura y la
alianza en favor de una endeble
independencia. Entonces, los
Gangrel hablaron. Estaban firmemente del lado de sus hermanos
Rebeldes, habían estado apoyando
a los Anarquistas todo ese tiempo
y lucharían con uñas y dientes
por el derecho de los Anarquistas
a existir sin interferencias de la
Camarilla.
Menudos bastardos. Tras todo
lo que habíamos hecho por su sucio
Clan, nos escupieron en la cara y
se rieron al hacerlo. Si ésta era su
venganza por haberles ocultado la
verdad de los Antediluvianos, bien,
obtuvimos lo que nos merecíamos.
Pero aún pienso que escogieron el
bando equivocado.
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