Constantinopla

Los mortales la llaman Estambul, pero nosotros aún llamamos a la Ciudad del Sueño Constantinopla, en honor a Miguel, nuestro salvador, nuestro soñador, nuestra esperanza hasta esta noche. Fue la última ciudad en la que todos los Clanes se unieron, aunaron fuerzas y se dedicaron a encontrar una forma de existir sin el tormento y la servidumbre a la Bestia. Fue glorioso. Miguel marcó el camino. La Trinidad, de la que él era parte, consistía en él, el trascendente Dracon y el arquitecto Antonius. 

 Construyeron grandes cosas. Nos llevaron a nuevas cimas. Incluso tras su destrucción y Letargo, los Vástagos de Constantinopla luchamos por alcanzarlas una vez más. Ha sido un largo camino. Pocos dominios han sobrevivido a tanta conmoción como el nuestro. Los líderes ascienden y caen. Las filosofías se aprenden, aplican y descartan. Los recién llegados son bienvenidos y los Antiguos desterrados, luego se da el poder a los Antiguos y los recién llegados son recibidos con sospecha. No podemos evitarlo. El Sueño fue un concepto maravilloso que experimentar como vampiro. Fue un momento en el que los mortales se entregaban voluntariamente, donde la culpa era una pesadilla olvidada y la Jyhad sencillamente se detuvo. Ansiamos regresar a ese momento. Lo necesitamos. Ahora hay una nueva Trinidad, la Camarilla y la Ashirra abandonan Constantinopla para permitir su gobierno. Miguel despierta de nuevo en María. El Dracon toma una nueva forma. El tercero… El tercero… Constantinopla será un faro para todos los Vástagos. Ven, responde a nuestra llamada. Aprende de nuestros sueños y déjales cambiar tu naturaleza. 

– Azra, Guardían del Elíseo