Su afinidad para hablar con los espíritus significa
que tienen acceso a información que otros creían
largo tiempo perdida, información que a cambio
hace a los Hécata valiosos para los demás. Y dado
que la información es una moneda de cambio tan
valiosa en el mundo de los Condenados, muchas
coteries están dispuestas a soportar el coste social de
tan malsanos compañeros. Los Hécata obtienen mayores facilidades en el mundo temporal y la coterie
gana acceso a un estremecedor filón de secretos.
Esto puede parecer una simple transacción, y
en cierta medida lo es; una suposición de la que los
Hécata son responsables.
Tanto a causa de su habilidad necromántica como de los tratos de la familia
Giovanni, los Hécata han llegado a percibir muchas
de sus interacciones nocturnas como intercambios:
aplacar a este espíritu, un favor a la Arpía Toreador.
Tal perspectiva calculadora colorea las percepciones
que los demás tienen de ellos, pero eso hace que las
coteries en las que son realmente aceptados y comprendidos como individuos en lugar de como herramientas sean mucho más importantes. Y aquéllos que
se rodean con los restos de los muertos se reconfortan
en el contacto voluntario con otros donde pueden.
●● Ars Moriendi (Mérito de coterie de
Clan): Casi todos los miembros del Clan Hécata están al menos familiarizados de forma somera con la muerte y los muertos. Una vez por
sesión, el Lazareno es capaz de ocultar el cadáver de alguien asesinado por la coterie. Puede
esconder cualquier prueba criminal en caso del
cadáver de un mortal o proteger la Mascarada
al hacer que los restos de un vampiro destruido
(generalmente un quebradizo esqueleto a menos que fuera un vampiro muy joven) atraiga
menos atención, normalmente al deshacerse
eficientemente de él. Aun así, esto son arreglos
rápidos que no despistarán a alguien que ya
les siga el rastro, pero pueden proporcionar un
respiro proverbial para la coterie.
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