Muy a menudo, los Tzimisce se unen a coteries
con miembros de otros Clanes. Incluso aunque los
Voivodas pueden presumir de cierta superioridad
sobre sus colegas, esto no impide que sientan afecto,
pese a la peculiar forma que éste pueda tomar. La
perspectiva de los Tzimisce es amplia, y pueden ver a
sus compañeros de coterie como socios, rivales, compatriotas, ayudantes o incluso vasallos bajo su cuidado. Para algunos Dragones, las coteries son una fuente
de estatus: algo que acumular, cultivar y por último
llevar como una medalla de honor. Esta perspectiva
anacrónica da valor al reconocimiento y prestigio de
tener un séquito y, en última instancia, ser responsable
de él, como un señor del Viejo Mundo podría.
Las propias coteries tienen muchas razones para
incluir a un Tzimisce en sus filas. Después de todo,
ser parte del grupo de un Tzimisce significa que
estás bajo su protección, como exige la costumbre
de la hospitalidad (o la noción de propiedad…). Para
las coteries con un estómago especialmente fuerte,
los poderes que un Tzimisce puede esgrimir suelen
ser suficiente para apoyar las reclamaciones de
territorio. Con su afinidad para manipular formas
corporales, un Tzimisce suele ser tan capaz de adoptar Forma Horrenda como de ser un virtuoso de
la estética que moldee a sus compañeros de coterie
para que sean ejemplos de belleza física.
●● Hospitalidad del Viejo Mundo (Mérito de coterie de Clan): Entra libremente por
tu cuenta y riesgo. Al comienzo de la sesión, cualquier miembro de la coterie que permaneciese en el
refugio del Tzimisce cuando acabó la sesión previa,
restaura un nivel de daño superficial a la Fuerza de
Voluntad adicional.
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