El Clan
dominante es el Ventrue, conocido
localmente como el Hijazi, que ha
estado íntimamente relacionado
con la familia gobernante durante
décadas. Ayudaron al jeque a construir la ciudad en los sesenta y han
mantenido estrechos lazos durante
décadas. De hecho, mediante nuestras conexiones mortales, su mano
está en todo Emiratos. Dicen que
hasta el Ministro de la Felicidad es
un Ghoul.
Los únicos Cainitas que
realmente permanecen en Dubái
como residentes permanentes son
miembros de el Hijazi. Todos los
demás deben notificar su llegada.
Si sus asuntos se consideran legítimos, pueden recibir permiso para
permanecer un período determinado de tiempo. A algunos se les
permite quedarse en la ciudad unas
cuantas noches o semanas. Otros
pueden permanecer años, incluso
décadas. Al final, todos tendrán
que marcharse.
Y sólo el Hijazi
tiene permitido engendrar Progenie. Si cualquier otro Cainita quiere crear un Chiquillo, es libre de
Abrazar en otra ciudad. Lo único
que salva al represivo régimen de
la ciudad es que las ejecuciones son
extremadamente raras. Los infractores Cainitas suelen ser desterrados de la ciudad, desechados fuera
de sus límites como desperdicios.
Desde el cambio de milenio,
una cantidad significativa de
Ashirra influyentes se han trasladado a la ciudad, aunque sólo sea
temporalmente. En sus palacios,
una inmensa riqueza les protege del
escrutinio de la población mortal.
Para ellos, Dubái es un lugar seguro
aislado del caos de nuestro tiempo.
Aunque no es que se lo merezcan.
– Leila Hamid, Disidente Palestina de La Ashirra
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