El Heraldo actúa como la voz del Príncipe, proclama
decretos a los súbditos vampíricos y porta los mensajes
de los otros gobernantes. En esta época, en la que debemos temer el uso de la tecnología, muchos Heraldos
aún están bien conectados fuera de sus dominios y
siempre encuentran nuevas formas de comunicarse y
nos ofrecen una forma de contactar a nuestros parientes a pesar de los peligros. En los Elíseos, suele haber
un Heraldo relatando historias de actividad vampírica,
celebrando nuestras victorias y compartiendo las noticias de enemigos y aliados en territorios lejanos.
En algunos dominios, no hay tal Heraldo, pero
inevitablemente ciertos individuos que resultan ser
lo bastante inspiradores o carismáticos se ganan la
confianza y atención de muchos, y el control sobre el
estatus y la verdad que los sigue.
Quienes los aprecian
les pueden dar el título de “las Noticias”. Otros, recordando a Virgilio, susurran sobre las insaciables Arpías.
Una tarea importante en cualquier dominio es
mantener el registro de la prestación, el sistema de
favores intercambiados, ofrecidos, ganados y cobrados. El Heraldo responsable de esto se conoce como
Canciller.
Prestación
El sistema de prestación reemplaza los sentimientos
de aislamiento y Ansia con algo por lo que luchar, con
favores y recompensas que pueden ganarse. La belleza
del sistema radica en su simplicidad. Cada vez que un
Vástago pide ayuda a otro públicamente, el Canciller
lo registra diligentemente. De esta forma, los favores se
convierten en préstamos que hay que pagar, inversiones en el futuro. Devolverlos es un asunto de honor y
quienes se niegan se ven cazados y despreciados.
Deberes de los Heraldos:
■ Anunciar los decretos del Príncipe.
■ Mantener los registros de la prestación.
«Mi parte favorita de mis deberes es declarar
una Caza de Sangre. Ver el ávido fuego de la
justicia brillar en los ojos de Vástagos sedientos
de entretenimiento y cómo no pierden detalle de
cada una de mis palabras. Ser Heraldo es una
responsabilidad magnífica.»
– Krysyna "Pavo Real" Heraldo Toreador de Varsovia
Ejemplos de Heraldos vampíricos:
Krystyna "Pavo Real" Kowalski: Celebrada y querida Heraldo de Varsovia. Desde que fue Abrazada en 1910 ha revolucionado la ciudad para los Vástagos, marcando el camino a la hora de cultivar la cada vez más vibrante vida nocturna y desarrollando un sistema de intercambio de información que beneficia al dominio. Desde su refugio en el Opera Club, actúa como centro neurálgico de noticias y rumores, y cualquiera que quiere influir en los nuevos relatos que entusiasmarán a los Vástagos de la ciudad y los arrojarán a vertiginosas intrigas acude a ella. La posición de Kowalski podría meterla en problemas fácilmente, pero ella conoce las reglas del juego. Sus tramas son lo bastante serias para mantener la vida nocturna interesante sin amenazar nunca al propio dominio. A los Vástagos de Varsovia se les dice que amen y adoren a su Heraldo, quien siempre lleva un decadente look de vivos colores y tejidos, reflejando su actitud desenfadada hacia el mundo.
Arkady "El Censo" Vogel: Vogel, un Gangrel de Duodécima Generación del dominio de Belgrado, ha morado en las sombras de los asuntos vampíricos de la ciudad durante siglos, rara vez interactuando con otros vampiros. Su preferencia, como antiguo escriba de la fortaleza de Belgrado, es mantenerse fuera del camino de todo el mundo y tomar copiosas notas de todo lo que ve y cada objetivo que desea Cazar. Es, a su manera, un consumado biógrafo. Sólo cuando el Movimiento Anarquista resurgió en los últimos años y su Clan abandonó la Camarilla, se levantó y dijo no. Desprecia el caos y el peligro de los Anarquistas y ansía la estabilidad de la Camarilla. Con eso en mente, ofreció al Príncipe sus servicios como Heraldo de la ciudad, al conocer las obras de Vástagos locales y lejanos. Como resultado, es uno de los Heraldos más viejos de Europa. El pequeño y nervudo Gangrel desprecia el apodo “Arpía” y se rumorea que le guarda rencor a todo el que se atreve a usarlo para denominarlo.
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