Relatado por Missulena, autoproclamado “Horror Jefe de
Australia”:
La práctica es tan sencilla como llevar la boca de
un bebé a un pezón. El bebé sabe que lo necesita, pero
no sabe cómo beber. Ahí es cuando le dejas descubrirlo. No tendrás que enseñárselo la próxima vez. Nunca
querrá parar.
Ése es el auténtico placer, provocar tal felicidad en
sus caruchas ojiabiertas, saber que tengo ese regocijo
en las manos y que puedo aplastarlo sin ningún miramiento.
Tener un juguete sin mente, un esclavo servil, está
bien para una semana, quizás. Pero, como un bebé,
terminas queriendo que hable y camine por sí solo. O,
en tu caso, como le has criado. Esto requiere una guía
firme, una instrucción severa, castigo cuando llora y
desobedece.
Así es como se cría a un Chiquillo. Así es como se
crea la lealtad.
—Cuando haces un juramento con la Camarilla, se espera
que lo mantengas, pequeña —Missulena frunció el ceño ante
la joven vampira que se retorcía entre dos inexpresivos Arcontes al tiempo que la Retoño lloraba lágrimas de Sangre
desde las quemadas cuencas de sus ojos—. ¡Los juramentos
son lo que nos mantiene unidos! El Vínculo de Sangre es el
último recurso, pues ¿de qué sirve la lealtad impuesta donde
una palabra debería bastar, eh?
Missulena observó con dureza a la nueva vampira frente
a él, disfrutando de la situación.
—Ahora estás bien callada. Quizás deberías haber mantenido cerrados esos labios la semana pasada, cuando fuiste
murmurando a la basura Anarquista sobre la ruta del Príncipe de su refugio al Elíseo. Supongo que debería recordártelo.
Los Arcontes siguieron mirando, tan silenciosos como
la Retoño, esperando. Ella había dejado que uno de ellos se
quedase en su refugio la primera vez que llegó a Sídney.
No
importaba. Eran leales al Horror.
Ella aceptó su suerte y abrió la boca ante el pulgar
sangrante de Missulena, saboreando finalmente la espesa
Sangre con la lengua. Missulena mantuvo el pulgar en su
boca un rato.
—Tal vez te sorprenda
mi misericordia y mi
generosidad. De hecho, estoy
seguro de que así es. Si hubieras chismorreado con los
inquisidores en lugar de con
la chusma Anarquista, me
vería forzado a castigarte.
La Retoño sintió que asentía. La Vitae le chorreaba por
la garganta, llevando con ella lealtad. Lealtad a Missulena.
Lealtad a la Camarilla que representaba. Pensó en lo que
había hecho para traicionarle, para decepcionarle, y casi
vomitó de repulsión por sí misma. Lamió el dedo, luego lo
chupó, sabiendo que Missulena podía hacer que su vil traición
desapareciese para siempre.
Notas adicionales
Muchos Vástagos temen el Vínculo de Sangre. Creen que degradará su libre albedrío y les hará esclavos forzándolos a perder el control de sus propias emociones. He estado Vinculada con Sangre muchas veces. Conforme las décadas pasan, no puedo estar siquiera segura de recordarlas todas. Amas y luego pasan otras cosas y olvidas. La persona a la que estabas Vinculado muere o el Vínculo se desvanece con el tiempo. Siempre pensamos que el Vínculo da control, pero eso no es estrictamente cierto. Lo usamos para controlar a nuestros esclavos de Sangre, pero también son controlados por la precaria inmortalidad concedida por la Vitae. Aman, pero también necesitan la Sangre para permanecer jóvenes y sanos. En el caso de los Vástagos, un Sire puede Vincular a su Chiquillo, pero se arriesga a confundir su necesidad de protección y guía con su necesidad de Sangre.
Muchos Vástagos temen el Vínculo de Sangre. Creen que degradará su libre albedrío y les hará esclavos forzándolos a perder el control de sus propias emociones. He estado Vinculada con Sangre muchas veces. Conforme las décadas pasan, no puedo estar siquiera segura de recordarlas todas. Amas y luego pasan otras cosas y olvidas. La persona a la que estabas Vinculado muere o el Vínculo se desvanece con el tiempo. Siempre pensamos que el Vínculo da control, pero eso no es estrictamente cierto. Lo usamos para controlar a nuestros esclavos de Sangre, pero también son controlados por la precaria inmortalidad concedida por la Vitae. Aman, pero también necesitan la Sangre para permanecer jóvenes y sanos. En el caso de los Vástagos, un Sire puede Vincular a su Chiquillo, pero se arriesga a confundir su necesidad de protección y guía con su necesidad de Sangre.
El Sire puede
sostener las riendas pero estar ciego ante qué ambición tira del otro extremo y ser
incapaz de detener la celosa Ansia que no ve.
Si alguien mucho más poderoso que tú está Vinculado a tu Sangre, puedes pensar
que tienes una ventaja. Pero ¿la tienes? ¿Por qué sucumbió el Antiguo? ¿Qué temía y
qué pasará contigo si su miedo, o el Vínculo, se desvanece? Algunos Antiguos buscan
esta servidumbre ya que desean sentir el ardor y la congoja de una auténtica aventura
amorosa. Al ser incapaces emocionalmente de hacerlo de otra forma, esperan que el
Vínculo les proporcione el calor que han perdido.
En tal situación, puedes disfrutar de la protección del Antiguo, incluso regodearte
en su enamoramiento, hasta que quiera tenerte sólo para él y controlarte totalmente. Tu
Sangre tiene poder sobre él, pero en todos los demás sentidos, él tiene poder sobre ti.
Tegyrius y yo tendremos poder el uno sobre el otro, por supuesto. Una se pregunta
si quienes han arreglado esto creen que tendrán este poder sobre nosotros.
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