Addison Payne continuó…
El poder proviene de la presentación. Así fue como Vlad
Tepes hizo retroceder a los otomanos cuando éstos llevaron a 250 000 soldados entrenados contra su ejército de
30 000 niños. Así es como la Camarilla mantiene su control sobre el mundo. Somos fuertes, pero lo parecemos
aún más. Nos las ingeniamos para ser percibidos como
una mente, omnipresente y unida por nuestra misión. Sin
embargo, nada es tan homogéneo como lo presentamos.
Cada una de nuestras ciudades tiene su propia
jerarquía forjada mediante tradiciones desarrolladas
durante generaciones y mediante juramentos reforzados por Vínculos de Sangre.
Pese a que la tendencia de
tener un Príncipe como gobernante, una Primogenitura
como consejeros y un Sheriff como agente de la ley se ha
convertido en una convención, algunas ciudades tienen
múltiples gobernantes o se deshacen por completo de
algunas posiciones. Algunos dominios incluso prescinden
de la idea del Elíseo, declarándola poco adecuada en un
tiempo en el que reunir a muchos de los nuestros en
un único lugar supone una posible sentencia de muerte.
Sin importar su aspecto, la estructura cortesana de nuestras ciudades es importante. Imponemos
una regla feudal a nuestros súbditos
no porque estemos atrapados en el
pasado, sino porque sigue siendo
el mejor método de fortalecer la
estabilidad de nuestra ciudad. La
corte es la base de nuestra cultura y
la razón de nuestra fuerza.
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