Los Caitiff

Por Fiorenza Savona

 Algunos vampiros no son bienvenidos en la Camarilla, ya que nos debilitarían desde dentro. Es el caso, por partida doble, de aquéllos que carecen de Clan. Caitiff es lo que llamamos a quienes no pertenecen a ninguna Línea de Sangre y que no manifiestan ni la Prohibición ni las bendiciones naturales de su Clan. El linaje es importante. La Sangre recuerda y también deberíamos hacerlo nosotros. Esto es por lo que los Ventrue recitamos las hazañas de nuestros ancestros en la corte y recurrimos a ellos en busca de conocimiento cuando tenemos dificultades. Un Retoño que carece del buen tino de ser de Sangre decente o que rechaza la que tiene no tiene potencial de convertirse en un Neonato digno, simplemente porque no tiene una identidad real. Si no sé quién te Abrazó, no sé si eres una carga. La mayoría de Caitiff lo son. De juerga por ahí, buscando una figura paterna que no se sienta asqueada por su inutilidad.

Tal desesperación nunca termina bien. Causa disensión en la estructura de nuestra sociedad, interrumpe el progreso de nuestra gran historia. Los Sin Clan no son como el resto de nosotros. Incluso los Ravnos (que Lilith bendiga su docena o así de almas) están definidos por algo. Pero los Caitiff carecen de pasado y, por ello, de futuro. No luchan por nada mayor que ellos mismos y por eso sólo los gobiernan sus deseos momentáneos. Comparados con la mayoría de inmortales, guiados como estamos por grandes destinos, apenas existen. Hasta hace poco, los Caitiff estaban nominalmente permitidos dentro de la Camarilla si tenían un padrino. Ya no podemos permitirnos interpretar el tropo del heredero real perdido jugando a ser el salvador de estos huérfanos. Repudiarlos nos ha costado dos Príncipes, uno de los cuales se ha revelado como un miembro del Ministerio todo este tiempo, pero sus puestos ya han sido reemplazados por Vástagos mejores de linajes dignos. Aun así, la Camarilla respeta a aquéllos que están dispuestos a sangrar para mantener las Tradiciones, e incluso un Caitiff puede demostrar ser digno y ganar derechos en ciertos dominios. Todo está en entender tu posición.