Los Malkavian en la
sociedad vampírica
Los Malkavian son orgullosos miembros de la Camarilla.
Se benefician de la Mascarada, siempre han tenido una
firme relación con los Ventrue y los Toreador como
consejeros y musas y sencillamente tienen la sensación
de que la Camarilla está en lo cierto. Los Malkavian son
miembros de nuestra Secta desde la misma noche en
que fue fundada, y su consejo, aunque a veces incomprensible, ha demostrado ser valioso una y otra vez.
Racionalmente, nuestra Secta no debería tolerar
simpatizantes inestables. Aun así, los Hijos de Malkav
medran con nosotros. Es como si su perspectiva única
nos permitiese sortear las Tradiciones sin romperlas,
permitiendo de alguna forma que, a pesar de su anormalidad, resulten imperceptibles en las partes más oscuras
de la ciudad, donde la civilización teme hollar.
Todos
tendemos a pasar por alto lo que encontramos incómodo… y, muy a menudo, ellos ponen buena cara, ejercen
como consejeros de confianza para Príncipes o incluso
se hacen con la Praxis antes de que nadie reconozca su
autoridad y aplomo como megalomanía y obsesión.
Aunque pocas coteries se siente cómodas albergando
Videntes, ellos se abren camino ligando su lealtad a cualquier Vástago dispuesto a hacer más que simplemente
descartarlos sin pensarlo. Y pueden ser muy útiles. Al
carecer de los instintos normales de autopreservación,
actúan como pioneros en nuevas exploraciones de la
Sangre. Nuestra especie siempre ha sido consciente de
las diferentes propiedades de la Sangre, pero fueron los
Lunáticos quienes empezaron a identificar las razones
tras los hechos.
Lo lograron al usar a su propio linaje
como sujetos de pruebas. Aunque les ignoramos en un
primer momento (serían ellos los que perderían si sus
miembros sufrían), la apuesta del Clan dio sus frutos.
Ahora monopolizan el mercado del tráfico de sangre y
la investigación de sus propiedades místicas adquiridas
mediante consunción de Resonancia mortal. Este hecho
irrita a los Tremere sin medida.
A menudo les hemos menospreciado por piedad
o miedo, dejando que los Nosferatu actúen como
pastores cuando otros se aprovecharían de sus enfermedades. Pero en las noches recientes, los Lunáticos
han demostrado ser más que capaces de cuidar de sí
mismos.
Los Malkavian en la
sociedad mortal
Mi hija es muy divertida. Pero no deberías hacerle
mucho caso. Juega con una mano detrás de la espalda,
¿sabes? Algunos de nosotros sentimos la necesidad
de purgar palabras de nuestra mente como si fueran
un veneno. Yo hablo sin reparos porque juego con las
manos a la vista. Mi hija no tanto.
Ella y su hermana son casos de estudio interesantes
de cómo interactuar con el ganado. Mi Chiquilla dirige
un club nocturno, se restriega con mortales de todo
tipo. Esa multitud de carne, pies bailando y zapateando, latidos golpeando, sangre acelerándose. Disfrutamos en lugares llenos de ganado: fiestas de madrugada,
hospitales, universidades, otras instituciones menos
hospitalarias. Conozco incluso un Oráculo que tiene
su refugio en una clínica de desintoxicación para echar
un vistazo a esos pobres y afligidos mortales que han
pasado demasiado tiempo bailando a un ritmo químico.
Él afirma que su sangre sabe a iluminación.
Nos rodeamos de aquéllos que ya están perturbados (al menos según otros mortales) y nos integramos
entre ellos tanto como somos capaces. A veces ocupamos puestos de autoridad: miembros del consejo de
un hospital, jefes de psiquiatría de una clínica, líderes
de una banda de niños callejeros. Nuestras esferas de
influencia abarcan la sanidad, el reino de los conspiranoicos, las religiones marginales y, por supuesto, los
drogadictos.
Los Vástagos cínicos creen que les decimos a nuestros rebaños lo que quieren oír, pero nuestros recipientes son más leales que los demás; obsesivamente leales.
Alcanzamos a la población envejecida y demente.
Donde otros Vástagos desdeñan las mentes mortales
ancianas por considerarlas confundidas e inútiles, sólo
nosotros extraemos la inteligencia del deterioro, y por
ello nos aman.
Cualquier mortal que necesite respaldo lo encontrará en nosotros. Pueden apoyarse en nosotros, que
nosotros cargaremos con su peso y con la sangre
que viene con él.
Pecados de los Malkavian
Sí, sigo aquí. Ahora estoy en todas partes; en mi cabeza, en la tuya. Estoy bajo Manhattan y en una montaña
en Wakhan. Pero ya basta de mí, ¿qué hay de ti? ¿Dónde vas a hacerte con un trago de sangre esta noche?
Nosotros no lo tenemos fácil. El Clan de los Ocultos hace mucho ruido sobre sus dificultades, sus rostros poco convencionales, pero imagina qué se siente
al alimentarte y acordarte de repente de tu madre (ya
sabes, la que no te abrazó lo suficiente) cuando captas
el perfume de un recipiente, o de tu padre (ya sabes, el
que te abandonó cuando sólo eras un niño) cuando
sientes el frío de un hogar vacío, o de tu demoledor
autodesprecio cuando otro mortal más te rechaza.
No es fácil saber que tú, al igual que tus hermanos,
hermanas, padres e hijos (en el sentido vampírico),
estás, como suele decirse, tocado. La psicología mortal
ni siquiera comienza a entender la naturaleza de la
enfermedad mental de su propia especie, y nuestra
condición es otra cosa por completo; así que, aunque
entretenida, la terapia no ayuda exactamente.
Ni
tenemos la opción de buscar el apoyo y solidaridad de
nuestros amigos; ni siquiera se lo podemos decir a un
extraño en Internet hoy en día. Lo único que podemos
hacer de forma fiable es automedicarnos.
Así que ¿cómo alimentarse? Conozco Malkavian
que adquieren sangre en bolsas, robadas de autobuses
de donación.
Conozco Malkavian que crean rebaños muy específicos que no disparen o exacerben sus diversos males.
Conozco Malkavian que tiran la precaución por la
ventana y dejan que todos sus trastornos se manifiesten en cualquier pobre mortal con el que tropiezan
en su momento de necesidad. Mi consejo es sencillo:
determina lo que necesitas pillar esta noche. ¿Quieres
el recuerdo de todo el trauma de hace años?
Puede
que sí. Puede que te avive. ¿Quieres el anonimato
de acechar el ala de comatosos de un hospital para
obtener sangre calmada y melancólica? Posiblemente.
Quizás te sientas menos culpable así. ¿Quieres que
las voces paren esta noche? Entonces encuentra un
recipiente gordito y toma más de lo que necesitas, lo
justo para dejar que se te vaya la cabeza. Lo que quiero decir es que nunca actúes sin pensar. Los Malkavian que sobreviven son los que no se derrumban al
alimentarse. Honestamente, no hay nada peor que
tener que explicarle a un Sheriff presumido por qué
hay un mortal con la garganta abierta y sangre por
todo el coche policial a la entrada del refugio del
Príncipe. En serio, no hay nada peor. A menos que lo
estés buscando. Que podría ser.
—Derramó el pringoso líquido entre los labios de la quieta Oráculo—. Has sido criada para sólo tomar lo que necesitas,
nada más. Y lo has hecho muy bien. Ahora te liberarás.
Hay medicación para los nuestros y viene con la sangre.
Podemos mantener a raya las voces, la música fúnebre, la
fuga, la manía. Sólo necesitamos beber un poco más que los
demás. Necesitamos más de un trago. Necesitamos llenar el
estómago.
Con una mano le sostuvo la nuca mientras con la otra
le exprimía el fluido en la boca.
—Algunos nos llaman glotones, pero es que debemos
sanarnos a nosotros mismos. La única forma, la mejor, es
consumir tanta sangre como queramos. Díselo a todos los
Visionarios que conozcas: cuanta más sangre bebas, más
calmado se vuelve todo. Una vez que nos cansamos de la
belleza, queremos probar lo grotesco.
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