El Príncipe
François Villon ha gobernado el
dominio desde siempre. Sólo ha
sido Príncipe oficialmente durante
unos cuantos siglos, pero ha estado
moviendo los hilos y su mano empolvada ha estado en toda la corte
francesa, viva y no-muerta, desde
mucho antes de que se hiciese con
el trono. Ahora se siente tan cómodo en él que a veces le gusta que le
llamen rey.
No importa lo que pase en el
resto de la Secta, Villon sólo parece volverse más fuerte. Y con ello
se vuelve más quisquilloso, más
exigente. En estas noches acuden
en busca de asilo tantos Vástagos
provenientes de dominios que
flaquean que hasta a un Antiguo
se le podría enseñar la puerta si a
Villon no le gusta su cara. Se podría decir que el antiguo régimen
prerrevolucionario nunca terminó
para los Vástagos. Es igual que con
el Rey Sol, según cuenta Villon.
Podrías pensar que la corte se ha
vuelto muy degenerada, pero bajo
esta corrupción se oculta verdadero poder. No puedes derrotarla
siendo muy fuerte o viejo. En París
es necesario ser interesante. Ser
guapo te permitirá entrar, pero ser
inteligente te mantendrá vivo.
– Dahlia Gaudin, habilidosa costurera Toreador de Sangre Débil y amante del Príncipe (Roi) Villon de París
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