Y ése es quizás nuestro mayor vínculo
con los vivos: los necesitamos para guiarlos y ser guiados por sus ideas, para
ayudarles a tener sus visiones del futuro y traer cambios permanentes.
Parece que, a pesar de nuestra adoración del humano marginado, nos
alimentamos principalmente de ese tipo de ganado. Supongo que es como
si fuéramos pastores que no pudieran evitar dar un mordisco a sus más
preciados corderos de cuando en cuando. No me malinterpretes: adoro
poner a punto a un jodido pez gordo de Wall Street y luego acabar con él,
pero es más por Ansia que por malicia y buena práctica revolucionaria. En
cualquier caso, probablemente sea un esclavo de los Sangre Azul, así que
servirá de mensaje para su amo. La cuestión es que disfrutamos de la fogosa
sangre de los rebeldes y los oprimidos, porque así somos nosotros. Somos lo
que comemos. Y también es más fácil comer entre los tuyos.
Nos encastramos en lo más profundo de la sociedad mortal, siguiendo
y ocasionalmente dirigiendo los movimientos políticos y antipolíticos,
alentando y manipulando a los activistas
mortales y actuando como agitadores en causas
grandes y pequeñas.
Fastidiamos a los demás
Clanes con nuestra habilidad para controlar
a los mortales como piezas de ajedrez, pero ese
mismo talento nos hace valiosos en cualquier
dominio.
Somos un Clan de individuos. Tan fácil
tendemos a la izquierda como a la derecha, nos
aferramos a un fundamentalismo religioso como
somos ateos militantes. Somos un Clan de extremos, para bien o para mal, pero eso significa que
abarcamos un amplio espectro entre los mortales.
Nuestro deseo de estar fuera de la cultura
dominante nos sumerge en lo que el ganado llama contracultura. Para los foráneos, nos dividimos en dos grupos: los que cambian junto con
las modas mortales y los que se quedan encerrados en una era de contracultura concreta. Una
vez que un vampiro ha existido en la no-muerte
durante tres o cuatro décadas, la cultura mortal suele dejarlo atrás. Este fenómeno genera
Brujah que aún se visten y viven como mods,
rockeros, punkis, hippies y góticos, a pesar de
que la época de esos movimientos ha pasado a
la historia. Algunos rechazamos la necesidad de
emular a los mortales rebeldes y decimos “que
les jodan” a los piercings, tatuajes y las modas
claramente en favor de la ropa casual y trajes
asequibles. Algo tan simple como la moda crea
una fuerte división dentro del Clan: los posturetas y los vendidos.
Todos sabemos de qué clase es tu Sire, señorita.
Ahora, haz lo correcto con nuestros jóvenes.
/Bell
En 2009 desapareció en Copenhague Peter
Fallesen, un motorista Anarquista con la lengua
suelta. Yo fui quien encontró su mano izquierda
y su portátil dentro de un microondas que aún
estaba encendido. Toda su presencia en línea, el
sitio de la web oscura que regentaba, etc., había
sido borrado y la computadora, saboteada a conciencia. Las noticias informaron que una cabeza
humana podrida apareció en una oficina postal
una semana después. Los policías nunca lo entendieron, pero el mensaje en la calle era claro:
los soplones reciben su merecido. Yo apostaría
por mis Hermanos del Movimiento. La Cam lo
habría hecho limpiamente antes que arriesgarse
a atraer la atención por hacer ejemplo de él.
Recordaré el olor a carne quemada y plástico
frito hasta que me convierta en polvo, así que
supongo que funciona como disuasión.
Los Brujah en
la sociedad vampírica
Pocos Vástagos fuera del Clan nos reconocen por más
que nuestras capacidades físicas y temperamento
voluble. Los que hacen causa común con nosotros
descubren una familia de muertos a los que aún les
importan las cosas. Oradores hábiles, capaces de convencer a Vástagos y ganado de luchar por un mundo
distinto. Los Brujah usamos estos talentos para fomentar levantamientos, destapar prácticas corruptas
y alentar a la acción a los que carecen de inspiración.
En los dominios gobernados por Brujah hay una
sensación palpable de alzamiento social. La Chusma
no creemos que nuestra sociedad esté apartada o
siquiera distante de los vivos, así que solemos reflejar
los movimientos de los mortales, asegurándonos de
que cualquier cambio en las costumbres sociales se
dé también en el ámbito vampírico. Los Vástagos de
una ciudad de la Chusma necesitan estar listos para
cambiar frecuentemente de líder, ideología, costumbres y localización del Elíseo.
Solemos señalar que no
somos frívolos punkis adolescentes que se aburren de
las normas tras unas cuantas noches, sino viajeros en
la travesía de la experiencia e iluminación humanas.
Nos preguntamos: ¿por qué deberíamos asentarnos en
una única forma de hacer las cosas cuando tenemos
toda una eternidad para experimentar?
El deseo Brujah del cambio constante nos enfrenta directamente a los Reyes y sus peones mortales. Llevamos milenios oponiéndonos unos a otros, los B
luchando siempre por nuevas formas de vivir en la
noche, los Reyes tratando de imponer un gobierno
y unas costumbres invariables a sus vasallos, vivos y
muertos. Si no fuera por ellos, el adagio revolucionario “un mundo distinto es posible” sería cierto.
Por primera vez desde la formación del Movimiento Anarquista, los Brujah actuaron como uno
cuando el representante del Clan, Theo Bell, decapitó públicamente al viejo Hardestadt, rey de Reyes.
Bell declaró rechazar a la Camarilla y unirse en su
totalidad al Movimiento Anarquista. Incluso los
Brujah Helenos, que permanecieron predominantemente en la Camarilla, estuvieron de acuerdo en que
era tiempo de un cambio.
En mi opinión, ésta fue la
culminación del movimiento de la Pregunta Roja que
comenzó en torno al cambio de milenio. Empezamos
a preguntarnos “¿por qué obedecemos?” y a partir
de ahí sólo había una conclusión lógica: no tenemos
razón para obedecer salvo el miedo. Este comportamiento fuerza a los demás Clanes a tomarnos muy en
serio. Aunque permanecemos divididos en facciones
escindidas, como siempre, hemos demostrado que
mordemos con fuerza cuando se nos oprime.
En estas noches, la reputación de nuestro Clan de
actuar primero y organizar después coloca a algunas ciudades Anarquistas en una nueva posición de
relevancia, mientras destruye otras desde dentro al
tiempo que la Camarilla envía a su policía secreta,
Azotes y Arcontes a destruirnos. Es el momento de
luchar. Sabemos lo que pasa. Los que fallan al Clan a
la hora de proteger la libertad de los libres son demasiado débiles o corruptos, tienen demasiado miedo o
simplemente no son dignos de tener éxito.
[Comienza la grabación]
Bell: ¿Por qué estás grabando esto?
Jack: No creo que vaya a estar mucho más
tiempo por aquí. O me voy a dormir o me van a
pillar. Calculo que ésta será mi última década.
Bell: Así que ¿éste es tu testamento y última voluntad?
Jack: ¡No, joder! Éste es mi consejo para
que se lo hagas llegar a cualquier otro hijoputa que se una a los Punks cuando el punk
esté tan muerto como la música disco.
Bell: Bueno, me tienes aquí por mi opinión,
así que vamos.
Jack: Vale, sacos de mierda, oíd. Como Brujah os vais a ver empujados a mucha mierda.
Vais a querer aplastar cosas, destrozar gente,
ser un torbellino en una cáscara no-muerta.
Bell: Pero podéis dirigir esa ira, ¿no?
Jack: ¿Como hiciste tú cuando te quitaste
la correa de Hardestadt?
[Risas]
Bell: Te ríes, pero sí. Todos los vampiros
somos pecadores. No nos libramos. Pero puedes dirigir el pecado para hacer el bien a tu
Clan. Vas a ser más hijo de puta, violento,
genocida y judas que cualquier Ventrue o Toreador. No podrás evitarlo, es lo que hay. Lo
que sí puedes hacer es asegurarte de estar en
el lugar correcto cuando pasa.
Jack: Sí, todos tenemos nuestros vicios
y la mayoría son violentos. Los Helenos los
llaman cosas como “ira”, “obsesión”, “autodesprecio”, “baja autoestima”.
Bell: ¿Qué?
Jack: En serio. Nosotros los tratamos
como si fueran la Bestia que viene a mordernos, pero los filósofos dicen que todo
nace de nuestro odio por nosotros mismos.
Que pagamos nuestras frustraciones con los
demás.
Bell: Y ahí es donde surgen tus virtudes.
Si quieres autodenominarte como algo duro,
usa “defensor”, “rebelde”, “tempestad dirigida” o alguna mierda así.
Jack: ¿Tempestad dirigida?
Bell: La cuestión es sencilla. Todos los
Clanes tienen sus defectos. Los nuestros nos
hacen abusivos, crueles y destructivos. Si
queréis sobrevivir como Brujah durante más de
un mes, rodeaos de gente a la que odiéis de
forma genuina. Así, cuando perdáis los estribos pero bien, la pagaréis con alguien o algo
que haya que derribar pero al que os asustaría atacar si vuestra sensibilidad estuviera
a pleno rendimiento.
Jack: Eso es todo. Bienvenidos al Clan Brujah: hogar de rabia, venganza y rebelión.
[Fin de la grabación]
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