Es mala señal cuando hasta
tus perritos falderos comienzan a
percibir el olor a sangre en el aire.
Solemos pensar que los Antiguos
de la Camarilla son infinitamente
hábiles y sabios, siempre diez pasos
por delante en el eterno ajedrez
de la Guerra de las Edades. Los
eventos del Cónclave de Praga
muestran lo contrario. Si oyes a
un chupóptero de la Camarilla
relatarlo, te dirá que fortalecieron
su dominio sobre el mundo al
prescindir de los Anarquistas y los
Brujah. Pero en realidad la cagaron.
No estoy segura de si realmente
se creen sus historias o son sólo
propaganda. Tienen talento para el
autoengaño. En cualquier caso,
el hecho es que se han retirado
a sus mansiones y áticos y le han
dejado las calles al Movimiento
Anarquista. La Camarilla solía
reivindicarse como una organización mundial para toda clase de
Vástagos. Incluso los Anarquistas
eran supuestamente un subconjunto de la Camarilla.
Ahora ha quedado claro que
todo eso es basura. No pueden
reclamar universalidad. Nosotros
sí. Pueden cazarnos, torturarnos y
matarnos, pero eso no cambiaría la
realidad de su pérdida. Lo que hace
más peligrosa a la Camarilla es que
la privilegiada élite siempre desnuda sus colmillos ante el peligro de
verse despojada de sus ventajas.
Así que ¿qué significa esto
para ti? En muchas ciudades, la
Camarilla ha tenido que retirarse, controlando sólo parte del
territorio y dejando el resto para
los Anarquistas. Muchas de sus
propiedades en el mundo mortal han quedado abandonadas
y, si eres lo bastante inteligente,
puedes encontrarlas y hacerte con
ellas. Después de todo, el banquero adicto a la Sangre vampírica no
tiene realmente opción de decirte
que no si eres su única esperanza
de evitar la privación de Sangre.
Es más, estos eventos han revelado la verdadera cara de la Camarilla. A pesar de su propaganda,
no son un paraguas bajo el que
todos podamos buscar refugio,
sino un mecanismo diseñado para
proteger los intereses de los poderosos. Si les juras lealtad, recuerda
que te dejarán morir si eso les
ayuda a escapar.
– Dalia Nakache, ideóloga
revolucionaria Anarquista francesa
Los Príncipes y los Justicar
se retiraron a la Torre de
Marfil. No importa cómo lo
pinten, la realidad es que, en
su retirada, han abierto un nuevo
campo de batalla entre la Camarilla y el Movimiento Anarquista
que conducirá a un horrible derramamiento de Sangre en ambos
bandos, pero también tiene claras
ventajas para aquéllos de nosotros
que preferimos mantenernos al
margen.
Me estremezco al pensarlo ahora, pero en el Ministerio estuvimos
a punto de unirnos a la Camarilla
antes de su ruptura definitiva. Me
alegro de que el proceso se alargarse lo suficiente para que la verdadera debilidad de la Camarilla quedase al descubierto. Los Antiguos
son tan mortíferos como siempre,
pero la guerra entre los viejos y los
jóvenes sirve de conveniente distracción si quieres perseguir metas
totalmente distintas.
He de admitir que, en ciertos
aspectos, estos nuevos desarrollos
han puesto a los tradicionales forasteros como nosotros, el Ministerio, en una posición diferente y
extraña.
La cobardía de la Camarilla respecto a la Segunda Inquisición concedió mucha legitimidad
a los Movimientos Anarquistas
y unificó sus dominios con más
eficiencia que nada que pudieran
haber conseguido por sí mismos.
O quizás debería decir “nuestros dominios”. Nunca he pensado
en mí mismo como un Anarquista, pero puede que también me
haya convertido en uno. Sí sé que,
según se intensifica el peligro
de la Segunda Inquisición, los
forasteros como yo no encontrarán seguridad entre la Camarilla.
Por extraño que resulte, sospecho
que tendré mejores posibilidades
con los matones callejeros de los
Anarquistas a mi lado.
Para esos matones, esto es sólo
una confirmación de lo que ya
sabían: no puedes confiar en el
poder. Y tampoco puedes confiar
en la historia que se cuenta sobre
el Cónclave de Praga.
Piénsalo: ¿van unos Antiguos
Ventrue y Brujah que han sido
amigos durante siglos a dejar de
conspirar juntos? ¿Va el Regente
Tremere a abandonar a su amante
secreta Brujah sólo por un cisma
político? Probablemente no.
Ésta
siempre ha sido la regla en la alta
política de las Sectas: las reglas se
aplican a los jóvenes, no a los viejos. Para los Ancianos que mueven
al resto de nosotros como peones,
las Sectas son sólo otra herramienta que usar en sus juegos.
A veces, cuando te encuentras
con los verdaderos jugadores de
nuestra especie ávida de sangre,
puedes captar un atisbo de esto.
He pasado más tiempo con tales
augustos personajes que la mayoría
y aún me sorprende lo despreocupado que puede ser un Príncipe
de la Camarilla al respecto de los
aparentemente sagrados preceptos
de su Secta si quien los rompe es
un amigo y no un vasallo.
Bueno, ya basta de política.
Muchos Anarquistas van a verse
atrapados en el espíritu de la revolución y van a morir como resultado. Quizás logren algo. Quizás
no. Mientras, aquéllos como yo
tenemos la oportunidad perfecta
para explotar el caos en pos de
nuestras verdaderas metas más allá
de la comprensión de las Sectas.
– Hesha Ruhadze, buscador
de conocimiento del Ministerio
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