Benjamen:
Escribo esto al alba, tras una larga y perturbadora conversación con el Iniciado Robert Brooks. Permíteme empezar desde el principio. Mis informes mensuales te han mantenido al día acerca de las actividades del Hermano Robert, pero los resumiré por si los detalles de han borrado de tu mente.
Las poblaciones más pequeñas de Massachussets tienen historias particularmente extrañas y confusas, con frecuencia relacionadas con la oscura trama de la brujería. Robert Brooks, uno de los nuestros más recientes Iniciados y nativo de esta ciudad, está convencido de que en Nueva Inglaterra subsiste una abundante práctica de la brujería. Ha sostenido durante mucho tiempo que los juicios de brujas en nuestro país y el Viejo Mundo no estaban únicamente basados en la paranoia y la superstición, sino que había algo de verdad en las acusaciones. Es más, afirma que todavía hay cultos oscuros en esta región y pretendía encontrar pruebas de ellos. Tras algunos meses de tenaz investigación, el Sr. Brooks consiguió entrar en contacto con una sociedad que afirma comulgar rutinariamente con una deidad oscura (que según dicen no es Satán ni ninguna otra entidad luciferina, pero es igualmente poderosa) para ofrecerle sacrificios de sangre. Más importante que estos detalles particularmente espantosos, el contacto de Brook informó que la "entidad" ha mostrado una serie de poderes sobrehumanos, incluyendo la facultad de fundirse con la tierra. Brooks espera "unirse" al culto, con el propósito de averiguar más cosas sobre la supuesta deidad y la esperanza de determinar si hay alguna verdad sobrenatural en estos informes.
Rober Brooks "desapareció" hace unas semanas en un intento de infiltrarse en la sociedad. Había indicado que establecería contacto en cuanto pudiera: temía que al anunciar su intención de unirse al culto se le vigilase durante un tiempo y no quería revelar sus lazos con el Arcanum. Yo me había retirado tarde a mi estudio aquella tarde para trabajar en alguna investigación privada (como sabes, las posiciones de liderazgo suelen dejar poco tiempo diurno para proyectos personales) y acabé durmiéndome sobre mi escritorio, pero unos frenéticos golpes en la puerta me despertaron. Un vistazo al reloj me indicó que eran las cinco de la mañana. Contestando la llamada, me encontré con Robert Brooks y nuestro Mayordomo nocturno; el Hermano Robert estaba pálido y débil, sus ropas andrajosas y ensangrentadas, y dijo que tenía una horrible historia que contar. Le serví algo de brandy mientras el Mayordomo buscaba asistencia médica y un secretario para transcribir la narración que adjunto (en forma algo resumida) para tu beneficio:
"Conseguí unirme al culto, cuyo nombre era los Hijos de Hécate, decían no adorar a nadie salvo a la diosa eterna de magia oculta. El culto tiene actualmente once miembros, principalmente hombres. Otra integrante acababa de "retirarse" (se daba a entender que había perdido el interés, pero temo que la verdad sea más horrible), y se me ofreció en su lugar. Pensaba asistir a cuatro reuniones, y si no ocurría nada de importancia o interés, ya encontraría una manera de desembarazarme de la sociedad. Asistí a dos de sus reuniones semanales, celebradas en un bosquecillo alejado de Boston; allí nos enzarzábamos en algo un poco más serio que el libertinaje ritual. Los Hijos de Hécate afirmaban que la magia del sexo era una de las formas más poderosas de la magia práctica y sus actividades no estaban pensadas tanto para satisfacer los bajos como para templar las almas para lo que iba a hacerse. Mi desagrado era casi tan grande como mi aversión a la aleatoria carnalidad del evento.
Asistí a la tercera reunión (esa noche), esperando más de lo mismo. Todo empezó como siempre, procediendo a otra noche de fornicación ritual, hombres y mujeres acoplados locamente con quien fuese su... "compañero de ritual" asignado. Pero en medio de todo esto, sin embargo, la tierra cambió literalmente bajo mis pies y en cuestión de segundos, una mujer de piel de ébano había surgido de la tierra para unirse a mi y a mi compañera de ritual en nuestras actividades. Todos los demás Hijos de Hécate se separaron, en un literal coitus interruprus y formaron un círculo en torno a los tres. Yo estaba asombrado y aterrorizado por la facultad de la mujer de surgir de la tierra. No había el menor rastro de suciedad en ella, pero había salido del suelo. Su belleza era abrumadora e incomparable, apenas podía resistirme al deseo de mirarla, tocarla, saborearla.
Mientras el ménage a trois continuaba, los cultistas iniciaron un grave cántico. Sonaba como una especie de griego corrompido, pero confieso que estaba demasiado... preocupado... para prestar atención a las palabras. El nombre de Hécate se repetía en el estribillo, eso sí, y estaba claro que aquella Señora Oscura era su Hécate. Pronto estuvieron enzarzados en otra orgía y la Señora Oscura vagó por el grupo, tomando su placer con quién escogiese. Me di cuenta de que estaba sangrando: varios de sus mordiscos amorosos me habían herido, pero estaba tan ensimismado por el placer que no lo había notado. Mi cuerpo estaba lleno de heriditas, allí donde había mordido mi carne. Me giré y la vi inclinada sobre otro de sus seguidores, chupando de él y dándole obviamente un intenso placer. Y entonces, ella levantó la mirada y..."
Para que conste, me gustaría señalar que en este punto el Hermano Robert lloraba inconsolablemente. Cuando por fin se hubo calmado, siguió con su historia:
"Sus mordiscos amorosos no eran simples heridas en la carne: Hécate mordía a sus seguidores para beber la sangre que brotaba. El placer de sus víctimas era orgástico. Otros Hijos aguardaban, rogando ser escogidos a continuación, o yacían agotados tras su frenesí sexual. La fuerza de Hécate era enorme: podía coger a sus más torpes fieles y llevarlos en sus brazos, sin más problema de los que tendía una madre para llevar a su niño. Ahogando el grito que estaba deseando lanzar, me arrastré hasta mi ropa: bajo la cobertura de la noche, hui a través de los bosques y por fin pude llegar aquí".
Esto merece obviamente una investigación a fondo.
-Tuyo J.K.
P.S. Tengo más noticias perturbadoras antes de enviar esta carta con el correo de mañana. Uno de nuestros Iniciados estaba anoche en el mirador, ocupado en algunas observaciones astronómicas y descubrió varios individuos vagando por los terrenos. El examen de esta mañana ha revelado varias series de huellas, puede que el Hermano Robert llevara a los Hijos de Hécate hasta nuestra puerta. Tendré que pensar en la seguridad de la casa.
Diario de Winthrop Murray, 17 de julio de 1910
Tragedia.
Jonathan Kelvin ha telefoneado para informarnos de que la Casa Capitular de Boston ha quedado destruida en un incendio. Gran Parte de la biblioteca fue pasto en las llamas, pero nuestros Hermanos tuvieron el valor de rescatar del fuego tantos libros como fue posible, se calcula que hemos perdido más de 500 libros, incluyendo casi 100 volúmenes raros. También se quemaron los archivos del Capítulo. Además, el fuego cobró tres vidas. Kelvin cree que la "Señora Oscura" es la responsable; ha hablado detenidamente con Holmscroft, pero no nos ha revelado nada más.
1 de agosto de 1910
El suceso de Boston nos ha obligado a considerar la seguridad, un tema que nunca habíamos tomado muy enserio en el pasado. Considerándonos estudiosos y místicos, nos creíamos libres de cualquier peligro real. Ahora sabemos que no es así. Tras largas deliberaciones, el Comité Ejecutivo ha declarado que cada Casa Capitular debe asignar a uno de sus miembros el cargo de Guardián, cuya principal labor administrativa será mantener la seguridad de la casa. Esta decisión de aumentar las medidas de seguridad ha estado mucho tiempo bajo consideración, pero éramos demasiados los que creíamos que, como damas y caballeros de la erudición y esclarecimiento, un asunto tan trivial estaba por debajo de nuestros intereses. La tragedia en Boston nos ha enseñado una valiosa lección.
De los papeles de Seneca Hunt, historiador
En noviembre de 1910, el Arcanum abrió dos nuevas Casas Capitulares en los Estados Unidos: San Francisco y Washington DC. El desarrollo de las Casas había durado varios años, particularmente al crecer el interés en EE.UU. por el Arcanum (y el Arcanum por EE.UU). Se planeó una gran celebración de la nueva expansión americana. No obstante, la apertura tan cercana en el tiempo al incendio de Boston, quedó eclipsada por la tragedia. El Capítulo debía ser reconstruido, lo que requería un tiempo y un dinero no incluidos originalmente en las previsiones, con los dos nuevos Capítulos americanos a punto de abrirse. Se estaba construyendo una casa nueva para el Capítulo de Washington y se proyectaba comprar un edificio relativamente nuevo para el de San Francisco.
El Arcanum acodó una celebración en cada nueva Casa Capitular el 24 de noviembre: el aniversario de la fundación de la sociedad. Los miembros del Comité Ejecutivo (excepto Holmscroft, Murray y MacPhee, cada vez más reacios a dejar sus propias Casas) visitaron los nuevos Capítulos, aprovechando la oportunidad para hacer un anuncio sorprendente: tras analizar la ola de interés por la investigación en Estados Unidos, el Comité Ejecutivo había decidido conceder autonomía a los Capítulos americanos. El Capítulo de Boston ya disfrutaba de cierta independencia y con el desarrollo de varias Casas más, el Comité pensaba que sería mejor establecer un Capítulo Central en América. Jonathan Kelvin tendría autoridad jurisdiccional sobre Estados Unidos.
Más sorprendente fue el anuncio de que Jonathan Kelvin se trasladaría a la Casa de Washington, que se convertiría en la más importante en el país. Hay que tener en cuenta que Kelvin nunca se recuperó totalmente del incendio de Boston. Aunque no sufrió daños físicos, y sus dotes de líder nunca flaquearon, estaba obviamente perturbado por lo ocurrido. Intensificó sus investigaciones sobre la tanatología y las creencias en la vida después de la muerte, aislándose todavía más.
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