¡Vástagos de la Camarilla!
Por acuerdo con los Justicar
presentes en este Cónclave,
hoy os presento una moción concerniente a la resolución
de la Guerra Total de Exterminio. Las razones de esta medida
extraordinaria son las siguientes:
en septiembre de 2008, las organizaciones Anarquistas trataron de
hacerse con el poder de una serie
de ciudades por todo el mundo
tras filtrarse la localización de
la Capilla Tremere en Viena a
agencias mortales. Se destronó a
Príncipes, se ejecutó a Primogénitos y se expulsó de sus puestos
a autoridades legítimas. Así fue
como se cometió una violación de
los términos de paz.
El éxito temporal de su revolución protegió en cierto sentido
a estos criminales de las fauces
de la justicia. Tras ello, alegaron
justificación moral al afirmar que
la Camarilla era la culpable del
arranque de hostilidades.
Esta afirmación es deliberada y objetivamente falsa.
Sin embargo, estas falsas acusaciones condujeron como
consecuencia a un alzamiento mundial de las Generaciones más débiles y a situaciones de desorden bajo las
cuales ahora debemos sobrevivir, y fue una clara violación de las garantías que
se nos dieron en el tratado.
De
hecho, todas las promesas que hicieron no demostraron
ser más que malditos engaños e ilusiones.
En el transcurso de las décadas desde que se firmó
el tratado, nuestra Secta ha sufrido reveses y deterioro
en muchos dominios, pero aun así hemos mantenido
nuestras promesas y hemos mostrado resolución. Nadie
puede negar que hemos mantenido los solemnes juramentos que hicimos en el convenio.
Es despreciable que los responsables de este grave
alzamiento sientan necesario inventar mil excusas y
eufemismos para sus acciones en lugar de simplemente
reconocer con franqueza lo que han hecho. Un análisis
objetivo de su motín y las promesas que nos hicieron y
una vez proclamaron es una acusación aplastante contra
los arquitectos de su crimen, una sin igual en toda nuestra historia.
Esta insurgencia es la mayor panoplia marcial a
la que nunca nos hemos enfrentado. El número de
Sangre Débil que ha apoyado incondicionalmente este
alzamiento exaltando sin piedad sus pasiones no era
una mera fracción de su conjunto, fue, según sabemos
ahora, casi su totalidad.
Ahora necesitamos limpiar
nuestra Secta de arriba hacia
abajo como forma de rechazar
minuciosamente las ideas, organizaciones y Vástagos que ahora
reconocemos como la causa subyacente de la decadencia de nuestra
sociedad.
La Camarilla debe ahora
luchar, a pesar de la más horrible
opresión, por convertir a más
Cainitas que nunca, en términos
de espíritu y voluntad, a la acción
defensiva. Alzarse y luchar para
EXTIRPAR LA MÁCULA.
La desintegración de la Secta
y toda la comunidad vampírica
en facciones opuestas e irreconocibles que las falsas doctrinas
de los Anarquistas provocan de
forma sistemática significa la destrucción de la base de cualquier
posible vida común.
Esta disolución viola los
principios del orden social. El
planteamiento completamente
divergente de estos individuos de
los conceptos de Estado, sociedad,
orden, fidelidad, servicio y honor
presenta diferencias que conducirán a una guerra en la que todos
nos enfrentemos entre nosotros.
Comenzando con la demencia
humana del pasado siglo, este
desarrollo conducirá, como dictan
las leyes de la naturaleza, a un
absoluto desastre.
La congregación de estos
instintos primitivos conduce a
asociar su teoría política y sus
acciones criminales, comenzando con el pillaje y la invasión de
nuestros dominios y ciudades,
emboscadas, intrusiones y demás
cosas moralmente sancionadas por
la teoría Anarquista. Este método
de individuos que aterrorizan la
convivencia ya ha costado a la
Camarilla más de 200 destruidos
sólo en el último año.
La caída de la Capilla Tremere de Viena, que no fue más que
una misión espectacularmente
exitosa dentro de una operación
a gran escala, es sólo una muestra
de lo que le aguarda al mundo si
triunfa su demoniaca doctrina.
Ni este cónclave ni la Camarilla
en conjunto se han concienciado
lo suficiente de la dimensión de
las operaciones que ahora mismo
planea esta infiel organización.
La meta de este cónclave ha de
ser extirpar esta mácula y eliminar cualquier rastro del fenómeno
Anarquista, no sólo en interés
de la Camarilla, sino de toda la
especie vampírica.
Este cónclave no debe permitirse agitarse ante ningún miedo
o especulación en su decisión
para resolver el problema.
Ahora
es responsabilidad del cónclave
adoptar una resolución firme en lo
que a él respecta, pues no afectará
al destino de los Anarquistas y
las Sectas que confraternicen con
ellos. En este sentido, la Camarilla
no se guía más que por preservar
las viejas costumbres.
Para concluir, ahora debe concedérseme la posición de soberanía absoluta en tiempo de guerra,
la cual es necesaria en dicha
situación para poner fin a tales recientes desarrollos. Sólo haré uso
de esta autoridad si es necesaria
para aplicar medidas vitales para
llevar a cabo una guerra total. No
se recortarán los derechos de los
Clanes ni se alterará su posición
dentro de la Camarilla. No peligrará la autoridad de nadie de este
cónclave ni de la Camarilla. La
posición y el respeto por las Tradiciones se mantendrán inviolables.
Pero, si hemos de sobrevivir,
alguien ha de tener estos poderes.
Y si no soy yo, ¿quién?
Por ello, hemos de insistir en
la aprobación de esta moción. En
cualquier caso, solicito ahora una
decisión.
¡Podéis ahora, compañeros
Vástagos, escoger por vosotros
mismos entre paz y guerra! ¡EXTIRPAD ESTA MÁCULA!
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