Había una mujer a cuatro patas a la que se estaban
follando. Para un montón de gente ella habría sido la
víctima elegida.
Pero mi amigo es un hombre moderno. Está en
sintonía con sus deseos.
En un rodaje así, hay un tipo cuyo trabajo es
mantener limpia a la estrella. Tiene una toalla para
limpiarle el esperma y demás fluidos. No mucha gente
le presta atención. Ése era el hombre que mi amigo
quería probar. El toallero de semen.
Los Estados Libres
Si quieres leer sobre cómo chuparle la sangre a estrellas
del porno, no me necesitas. Pero si quieres saber dónde
encontrar a los limpiasemen, Dee está aquí para ti.
La respuesta a esta cuestión son los Estados Libres
Anarquistas. El lugar más hermoso de la Tierra para
aquéllos de nosotros con gustos exigentes. El viejo
Príncipe de la Camarilla fue asesinado en la revolución
de 1943 y los Estados Libres han sido un parcheado de
pequeños dominios en posesión de bandas y vampiros
individuales desde entonces. Hay dos fundadores famosos: Salvador García y Jeremy MacNeil, ambos Brujah.
Salvador se considera una especie de Che Guevara y
escribe manifiestos y esas cosas aburridas.
Salvador, además, mató al viejo Príncipe, y le
envidio por ello. Todo el mundo dice que la Sangre de
un Príncipe es una delicia, pero una cobarde comprometida como yo rara vez la prueba.
Mucha gente quiere que MacNeil sea el Fidel
Castro de los Estados Libres, un líder fuerte. Es un
Antiguo con el poder para hacerlo. Pero en su lugar
y para su favor, es más como un Barrendero, alguien
que mantiene a los forasteros bajo control y que por
lo demás no sale de su dominio.
Desde una perspectiva culinaria, si necesitas elegir
entre ellos, yo elegiría a MacNeil. Es un gruñón, pero
si le ruegas lo suficiente, como yo, puedes llegar a
probar algo de él. He oído que Salvador es genial para
esos sentimentales que quieren echar un polvo cuando intercambian Sangre.
Y no te pongas a discutirme si está bien reducir a dos
grandes iconos del Movimiento Anarquista a simples objetos de sangre. Eso es de lo que va la libertad, la libertad
de desear la dulce Sangre de dos Anarquistas buenorros.
Lo bueno
Los Estados Libres de California son una maravilla en
lo que respecta a tipos de sangre únicos y extraños, ya
sean humanos o vampíricos. ¿Te ponen los culturistas
sin hogar? ¿Los ejecutivos de Hollywood? ¿Los jóvenes
soñadores de cualquier rincón del mundo? ¿Los aspirantes a artistas de todo tipo que han visto sus sueños
reducidos a cenizas? Todos ellos están aquí.
Y respecto a los vampiros, lo único que no encontrarás en los Estados Libres es un Príncipe de la
Camarilla, y hasta eso cambia de vez en cuando si
alguien trata de lograrlo.
La cosa es recordar que el dominio es super complicado en los Estados Libres, extremadamente
complicado. No hay un Príncipe que te dé permiso
para Cazar, puedes hacer cualquier cosa que quieras
siempre que los vampiros del vecindario no tengan
problemas con ello.
Algunos, como MacNeil, abren
sus dominios a todo el mundo. Otros, como la banda
de Salvador, tienen las cosas más controladas.
Lo que es más, los límites de los diferentes dominios cambian todo el tiempo. Las bandas aparecen
y desaparecen, las fronteras se renegocian y estallan
guerras. En cualquier momento, el número de Estados Libres puede variar entre diez y treinta.
Aun así, si tienes agallas para ello, la Caza furtiva
es muy sencilla. Si de pronto te apetecen viejas estrellas del deporte en coma, sé discreto y ve a por ello.
Lo más probable es que no te pillen. Y si lo hacen,
puedes salir del embrollo con engaños o humillándote. La gente de los Estados Libres está acostumbrada a
ver vampiros nuevos. Todo el tiempo llegan más.
Los clásicos
Pero espera. Alguna gente realmente quiere a la
estrella porno y no al toallero limpiasemen. ¡Increíble
pero cierto!
Y, venga, puedo ayudarte con eso. ¿Adónde ir si
quieres la verdadera experiencia Anarquista? ¿Si quieres hundir tus colmillos en la tableta de chocolate de
un joven motorista Anarquista con chupa de cuero?
La respuesta es el club nocturno Anarquista apropiadamente llamado A Taste of L.A. (“Una Probadita de
Los Ángeles”). Es un almacén destartalado y sombrío,
pero también es territorio neutral entre las bandas,
así que puedes dejarte caer, tantear el terreno y escoger tras comparar a los malotes.
Pese a todo, un aviso: a mucha gente le gusta la
Sangre de un Clan concreto, pero en los Estados Libres
es de mala educación preguntar eso. No puedes ir y
preguntarle a alguien: «¿Cuál es tu Clan y Generación?
Lo necesito para mi estudio de los patrones de alimentación vampíricos». Si haces eso puedes llevarte un
puñetazo en la cara (hablo por experiencia propia).
Así que, ya sabes, sé sutil.
Pero ya me conoces, hay una cosa mejor que
ninguna otra cuando hablamos de Sangre: la Ventrue.
Nunca me canso de ella.
En mis tiempos he podido
beber de cincuenta Ventrue distintos y aún me sabe
fresca cuando encuentro uno nuevo. Los matices, la
riqueza… Admito que los Estados Libres no son el
mejor lugar para ello, pero hay algunas opciones. El
Ancilla Louis Fortier es un Ventrue clásico al que le
gusta Abrazar a chicas bonitas. Me planteé ir a por
una de ellas, pero con los Ventrue el poder es poder.
Tenía que probar al propio Fortier.
Fortier es un buen ejemplo de la variedad que
puedes encontrar en los Estados Libres. Es un vampiro
dictatorial bastante clásico dado a acaparar terreno,
pero ni de lejos lo bastante poderoso para ser realmente un Príncipe. Los Estados Libres le funcionan
porque puede mantener un pequeño dominio sin
tener que inclinarse ante nadie más que él mismo.
Le vi en A Taste of L.A. y le insistí hasta que dijo
que me dejaría probar su Sangre si me ponía a cuatro
patas y besaba los zapatos de una de sus Chiquillas.
Mucha gente me pregunta: «Pero, Dee, ¿cómo puedes humillarte así? ¡Eres una orgullosa Brujah!».
Mi respuesta es sencilla: no me importa una mierda
la dignidad, pero sí la dulce, dulcísima Sangre Ventrue.
Siempre libres
La política es aburrida, pero hay algo divertido en que
tanta gente no pueda entender la idea de un sistema
descentralizado. En plan, “oh, no, los Anarquistas no
han logrado encontrar un líder; ¡sin duda perecerán!”.
No tener una figura central es el quid del asunto.
Es más, los Estados Libres han demostrado su resiliencia ante incansables ataques. Al menos dos invasiones Sabbat, multitud de traiciones de la Camarilla,
incontables vampiros tratando de establecer su propio
lugar aquí. Aun así, todo fue absorbido o repelido por
los Estados Libres. Casi se podría concluir que un liderazgo centralizado hace a una ciudad débil: elimina
a los líderes y vencerás. No puedes hacer eso aquí.
Lo más parecido a un Príncipe de la Camarilla
que tienen los Estados Libres es Tara, una Brujah
texana que vino a California en 1948 para apoyar la
revolución.
Se estableció como Barón de San Diego y
en las décadas siguientes se convirtió en el paradigma
de los Barones mientras confabulaba con títeres de
la Camarilla. Todo el mundo sabe que se anda con
juegos. Ha tratado de cerrar pactos con todo el mundo, desde la Camarilla a los vampiros chinos. Hasta
intentó convertirse en Príncipe de Los Ángeles.
Me gusta su espíritu, pero está claro que está abocada al fracaso. Es la Anarquista de mala fe definitiva
y ni siquiera ella puede lograr que su usurpación del
poder perdure.
Si eres más valiente que yo, es bueno estar en la
ciudad cuando está en marcha una de estas guerras
de bandas entre Estados Libres. Para un entendido
astuto, hay muchos tipos de Sangre interesantes que
obtener en medio del caos. Tan sólo recuerda que tu
primer paso es mirar en lo profundo de tu alma y
preguntarte honestamente: ¿qué tipo de Sangre me
hace realmente feliz?
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