Una colección variopinta de linajes vampíricos necrománticos, el clan Hécata está unido en la búsqueda de un solo tema: la Muerte. Son estudiantes de la vida después de la muerte y resurreccionistas de los muertos, o algo peor. Venden sus servicios al mejor postor o actúan en su propio interés. Hay pocos que puedan esconderse de la vigilancia de aquellos que pueden convocar y comandar los espíritus de los difuntos.
Los Impuros. Devoradores de carne. Aquellos que se comunican con los muertos y aquellos que convencen a los muertos para que hablen en su nombre.
El clan Hécata es anómalo entre los clanes de los Vástagos, ya que prácticamente son una Secta por sí mismos, un Clan compuesto por extraños linajes y algunos lazos familiares genuinos, todos basados en la reverencia y la ocasional subyugación de la muerte misma.
Comprende desde antiguas familias criminales de adoración a los ancestros hasta sacerdotes que manejan efigies y hasta monstruos degenerados devoradores de carne. El clan Hécata tiene una fascinación poco saludable por el mundo mortal en común entre los miembros de sus linajes. Las Líneas de Sangre dispares hacen que parezca más una Secta que un Clan tradicional, pero gracias a un ritual mórbido reciente estas consanguineidades dispares se unieron en un Clan único propiamente dicho. Ni las predilecciones impuras del Clan ni su inclinación por jugar en contra de los demás le ganan mucho favor en la sociedad de los Vástagos en general. Y sin embargo, han perdurado para atormentar las noches modernas con su innegable destreza necromántica.
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