Me alegra que coincidamos en que ha llegado el momento de que el Arcanum se globalice. Por mucho que disfrute de los viajes a Inglaterra para nuestras reuniones, creo que se pierde mucho aquí en América. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que se abran otras Casas? La Mansión, por supuesto, será siempre la Casa Fundacional del Arcanum.
Le agradezco particularmente que me haya escogido para dirigir el Capítulo de Boston. Me esforzaré por seguir el ejemplo de su dirección. A propósito: Peter Carroll, un agente mío, afirma haber visto a J.S. Brown en New York. Estoy investigándolo.
-Suyo, J.K.
Telegrama, 1 de agosto de 1888Peter Carroll ha desaparecido. J.K.
De los papeles de Seneca Hunt, historiador:
Los Capítulos segundo y tercero del Arcanum fueron fundados en 1888. Durante el otoño, Holmscroft y otros cargos viajaron a América para presidir la apertura del Capítulo de Boston. Kelvin fue designado Canciller, cinco Asociados se convirtieron en Neófitos y se aceptó a tres nuevos Asociados. Kelvin y Holmscroft habían colaborado los meses precedentes para asegurar que el segundo Capítulo fuese digno de tal honor. La organización compró un gran edificio colonial a un grupo de francmasones en apuros económicos: la estructura albergaría las oficinas y la biblioteca del Capítulo, mientras que la residencia adyacente, incluida en la compra, pasaría a albergar a los miembros.
El tercer Capítulo se abrió ese invierno en Viena. Un magnífico edificio barroco se convirtió en la oficina residencia colectica, Roger Corwin, cuyas investigaciones le llevaban inevitablemente a los países germánicos, fue nombrado Canciller y cuatro de los miembros más recientes se trasladaron también allí. Dos austriacos pasaron a ser Iniciados y se unió al Capítulo una nueva clase de Neófitos (cuatro al principio, aunque uno se retiró a las dos semanas de iniciación). Los años entre 1889 y 1990 marcaron la primera gran fase de expansión. Aunque aparecieron más Casas Capitulares en los años posteriores, las fundadas durante ese período han demostrado ser las más influyentes en la historia del Arcanum. Se abrieron tanto en Europa como en Estados Unidos.
Aunque el Arcanum había sido fundado y estaba regido principalmente por británicos, no se limitaba al Imperio. Además de la Casa Capitular establecida en Viena, el mismo corazón del Imperio Austriaco, se abrió una Casa en París. La apertura fue un acontecimiento especial como corresponde a la Ciudad de la Luz. Varios Capítulos más surgieron en rápida sucesión por todo el continente. Dublín, Praga, Budapest y San Petersburgo. La filosofía del Arcanum fue situar sus casas Capitulares en lugares de peso político e intelectual. Los primeros Capítulos ocupaban espléndidos edificios, a menudo grandes casas barrocas o propiedades medievales. Esto resultó en desdicha durante los años de guerra del siglo XX, pues las propiedades fueron a menudo confiscadas por el gobierno o simplemente destruidas en el curso del conflicto.
Más cerca de casa, se abrió un Capítulo en Dublín y Liam McPhee fue elegido Canciller (sin que fuese una sorpresa para nadie). Massimo Linarelli presionó para abrir una Casa en Roma, pero sus argumentos fueron desoídos. Probablemente, a Holmscroft le preocupaba estar tan cerca del cuartel general de los cazadores de brujas católicos conocidos como la Sociedad de Leopoldo. Los progresos eran más lentos en Estados Unidos. La Casa de Boston creció y había planes de abrir Capítulos en Washington DC y San Francisco, aunque éstos tardaron más tiempo en aparecer.
La expansión del Arcanum estuvo un tanto limitada por la mentalidad victoriana de la época. No surgieron muchas Casas en Sudamérica, Asia o África. Aunque Holmscroft parecía tener interés en extenderse a otras regiones, apenas encontraba apoyo administrativo. Tenía autoridad para abrir Casas Capitulares a su discreción, pero sabía que era necesario el esfuerzo de los Iniciados para que crecieran, o al menos sobrevivieran. El Arcanum tenía estudiosos ciertamente interesados en aquellas áreas remotas y algunos miembros viajaron hasta ellas, residiendo por lo general en ciudades con una firma presencia de la Corona Británica, como Bagdad, El Cairo o Calcuta. Sin embrago, pocas Casas Capitulares fueron fundadas durante ese período.
A finales de la década de 1890, la dirección del Arcanum estaba cambiando poco a poco. De los nueve miembros originales, dos habían muerto por causas naturales y uno misteriosamente (su cuerpo se encontró en un callejón en Londres) y otro se había retirado de las actividades de la sociedad. El Comité incluía a los siguientes fundadores originales: Holmscroft, McPhee, Linarelli, Munrray y Kelvin. Muchos nuevos miembros preferían unirse al Comité sólo por unos años, abandonándolo finalmente para volver a sus estudios e investigaciones.
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