En mi segunda noche, estaba
en la fila de la oficina de licencias
matrimoniales del condado de
Clark con Jeanette Voerman. No
me di cuenta en ese momento,
pero Las Vegas es un gran lugar
para hacer la burocracia matrimonial si eres un vampiro que busca
mantener una identidad humana:
la oficina abre hasta medianoche.
Amor loco
Conocí a Jeanette en la pista de
baile en mi primera noche en The
Asylum. Me había dado cuenta de
que estaba un poco fuera de lugar,
así que me había quitado la camiseta y tomado prestado algo de lápiz
de ojos de un chico en el baño.
Noté que ella era alguien por
la forma en que todos la trataban,
pero yo llevaba metiéndome confianza por la nariz toda la noche,
así que no era un problema. Era
rubia, bonita y vestía como una
colegiala indecente. Todo lo que
me dijo era raro y perturbador,
pero no me importaba porque
tenía sus tetas en mi cara.
La última vez que vi a mis
amigos fue cuando fuimos a
comer tras esa primera noche. Me
preguntaron qué había pasado y
no encontré cómo explicárselo. Al
principio sólo quería follarme a
Jeanette, pero al final de la noche
le había propuesto matrimonio.
La mayoría de la gente que
hacía cola en la oficina de licencias
matrimoniales eran mujeres de
cuarenta y tantos años con la
misma cara acompañadas de viejos
indiferentes con pantalones cortos
y gafas de sol. Tras obtener nuestros papeles, tomamos una limusina a una capilla nupcial. Yo me
preguntaba cuánta propina dar al
sacerdote y Jeanette hablaba raro.
Esto va a hacer que suene como un
pirado, pero empezaba a excitarme cuando decía cosas como «mi
hermana se volvería loca si supiera
que me estoy casando con un chico
mono como tú, pero no te preocupes, cuidaré de mi pichoncito, o lo
mataré, una de dos».
Barman no-muerto
¿Sabes cómo en las películas de vampiros hay esa revelación en la que el
barman o el taxista era un vampiro
todo el tiempo? Que pensabas que
era un club nocturno normal, pero
en realidad todo el mundo que te
rodeaba era un no-muerto.
Es mucho menos glamuroso si
el barman eres tú.
Cuando nuestra limusina se
alejó de la capilla nupcial, no
sentía más que amor y lujuria
por la mujer que creía que era mi
esposa. Jeanette se puso cachonda
en el asiento trasero, me mordió el
cuello… Ya sabes hacia dónde está
yendo esto. Bebió hasta dejarme
seco, me dio la Sangre suficiente
para convertirme en su Chiquillo
y desapareció en la noche.
Perdí la cabeza y maté al
conductor de la limusina. Aún me
siento mal por ello.
No tenía ni idea de qué me estaba pasando. Hui de los restos del
coche y me perdí en las calles. Me
colé en un hotel para encontrar un
baño y lavarme la cara. Mi teléfo-
no estaba lleno de mensajes de mis
amigos, pero no podía llamarlos
cuando la misma idea hacía que
quisiera drenarles toda la sangre
de su interior y bebérmela a lentos
y placenteros sorbos.
Comencé a dirigirme hacia
The Asylum porque era el único
lugar donde creía que podría encontrar a Jeanette. Déjame decirte
que Las Vegas no es una ciudad
para viandantes, especialmente si
acaban de convertirte en vampiro
y no tienes ni idea de qué está
pasando.
El guardia de seguridad de The
Asylum me dijo que me esperaban
en la oficina del gerente. Me llevó
allí y me sentó frente a una mujer
que se presentó como Therese
Voerman. Parecía muy seria, una
mujer de negocios rubia de la edad
de Jeanette. Supuse que era la hermana que había mencionado.
—He dirigido este club durante mucho tiempo, desde que
estábamos en Santa Mónica. No lo
veré amenazado por idiotas como
tú que son arrastrados a los juegos
que le gustan a mi hermana. Te
doy a elegir: márchate de la ciudad
o ponte a trabajar.
Elegí trabajar. Así es como pasé
de dirigir mi propia consultoría a
trabajar en un club nocturno. Ni
siquiera me pagaban, sólo me proporcionaban un lugar para dormir.
Desliza a la derecha
para sangre
Therese me prohibió Cazar en el
club, así que tuve que ingeniármelas. Durante unas semanas
esperé poder vivir alguna clase de
felicidad marital vampírica con
Jeanette, pero cuando terminó por
aparecer por el club, no tenía mucho interés en mí. Me llevó algo de
tiempo entender que para ella sólo
había sido una pequeña broma que
le había jugado a su hermana.
A veces creo que sin Tinder
y Grindr me habría perdido al
Ansia. He sido bendecido con
una cara bonita, buenos abdominales y un discurso de autocrítica
creíble. Y sé cómo hacerme una
buena selfie.
Usar Tinder y Grindr para
Cazar en busca de sangre tiene su
encanto. No sólo estás pensando
en a quién quieres follarte, sino en
a quién quieres probar. Al principio iba tras la clase de chicas con
las que quería salir. Luego amplié
a chicos, a otras clases de mujeres.
Comencé a aprender una sencilla verdad vampírica: la mejor sangre no siempre está en los jóvenes y
sexis. A veces la de un anciano adicto a las tragaperras tiene el toque
justo de maduración sedentaria.
Therese me ha contado muchas
cosas sobre la Segunda Inquisición y lo que significa vivir en
Las Vegas como chupóptero.
Tuve suerte en cierto sentido, ser
Abrazado sólo después de que la
Camarilla local sufriera toda la ira
de las agencias de inteligencia. The
Asylum está demasiado bien integrado en el mundo mortal para
ser fácilmente detectable, pero la
Camarilla y sus Elíseos eran mucho más fáciles de localizar.
Todo esto me era extraño porque nunca he experimentado lo que
es realmente la Camarilla. Para mí,
el estatus de Las Vegas como ciudad
abiertamente Anarquista es sencillamente lo normal. Cazamos entre
los turistas y la única autoridad
ante la que me inclino es Therese.
Los grupos Anarquistas nómadas vienen y van, y muchos de ellos
paran en The Asylum. Tengo entendido que el lugar tiene cierta notoriedad entre los círculos Anarquistas, aunque para mí es la práctica
totalidad del mundo vampírico tal
y como lo conozco. Para estos chupópteros, es un club donde Cazar es
bueno y donde siempre está pasando
algo jodido. Si no por sí solo, porque
Jeanette hace que pase.
Boda tradicional
El edificio de The Asylum es una
vieja capilla. Me di cuenta de que
me había librado con facilidad
cuando Jeanette encontró a su
siguiente víctima. Flirteaba con
humanos y vampiros por igual.
Me ponía celoso verle hacerlo,
pero sabía que ya había tenido
mi momento con ella y que no
tendría otro. El siguiente fiestero
con quien comenzó el juego del
matrimonio fue una chica, una
Degenerada con sólo unos años
como vampira que venía de en
medio de ninguna parte.
Se encandiló con Jeanette y
pasó lo mismo que conmigo: le
propuso matrimonio en la pista.
Jeanette lo convirtió en un espectáculo con ceremonia en el club
unas noches después. Tenía un
sacerdote y todo.
La chica parecía no poder
creer su suerte cuando llevó a
Jeanette al altar. Se besaron y
todos aplaudimos. Había venido
a Las Vegas para divertirse como
sólo un vampiro puede hacerlo y la
ciudad cumplió sus expectativas.
Lo único de lo que no se
dio cuenta era de que no era
real. Era una chica del culo del
mundo que se dejó engañar por
la ilusión de Las Vegas. La noche
tras la boda, llegó tropezando a
The Asylum buscando a Jeanette.
En su lugar tuvo una seria charla
con Therese.
No me duele demasiado. Me
ascendieron cuando ella comenzó
a trabajar aquí. Incluso le enseñé
cómo usar Tinder para hacerse
con todos esos turistas que buscan
follar en Las Vegas.
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