Lo
mismo pasa con los Anarquistas: a veces parece que
los peores enemigos del
Colectivo Anarquista Progresista de Santa Mónica
es el Colectivo Anarquista
Revolucionario de Santa
Mónica.
La cosa es que los
Anarquistas son mucho
más que aquéllos de
nosotros que tienen
objetivos políticos. Mira
más allá del Movimiento y encontrarás a los
libres, los Anarquistas
que sólo quieren que les
dejen en paz y hacer sus
cosas sin interferencias
de las políticas de Secta.
Algunos de ellos son
los chupasangres más
agradables que jamás
encontrarás, con conflictos morales genuinos por
tener que alimentarse de
los humanos. Otros son
monstruos, simple y llanamente, y disfrutan del
poder y la libertad de la
Maldición de Caín.
Los Anarquistas también han sido el refugio
de aquéllos motivados
por convicciones religiosas que no terminarían
de encontrar un hogar en
la Camarilla.
Estas sectas
y comunidades son de las
cosas más extrañas que
los Anarquistas pueden
ofrecer, con ideas y conceptos totalmente ajenos
a la sociedad general de
la Camarilla. Antes de
desestimarlos por completo, recuerda que hubo
un tiempo en el que el
Sabbat era también una
pequeña secta.
Aun así, el peor
enemigo de la cohesión
Anarquista es la simple
geografía. Todos estamos
conectados con las comunidades mortales que nos
engendraron, de forma
muy similar a como lo
está la Camarilla. Muchos
estamos motivados por los
prejuicios que teníamos
en nuestros días entre los
vivos, y la Mascarada hace
difícil que un libre italiano sepa mucho sobre sus
hermanas que depredan
los territorios fronterizos
de Sudáfrica.
– Rudi, ideólogo y activista
Gangrel danés
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