Pisanob (Tercera Edición)

A principios del siglo XVI, Hernán Cortés dirigió una expedición desde la colonia española de Cuba para investigar las historias sobre un rico imperio indio en el territorio de México. Viendo la oportunidad, unos pocos Giovanni acompañaron a Cortés. Lo que descubrieron fue el Imperio Azteca y su capital Tenochtitlán… y el uso más extendido y formalizado de nigromancia que los Giovanni habían visto hasta entonces. Los Vástagos Nigromantes estaban impresionados. Por su parte, los conquistadores estaban horrorizados. Así que los españoles hicieron lo único que un grupo de cristianos civilizados y temerosos de Dios podía hacer al encontrarse con una cultura que no comprendían. Masacraron a todos los indios y les robaron sus riquezas. Estúpidos españolitos. Como he dicho antes, los Giovanni que habían viajado con Cortés estaban impresionados por la habilidad nigromántica que mostraban los sacerdotes aztecas. Con su propia Nigromancia, los Vástagos descubrieron problemas que se estaban extendiendo en la parte azteca del Mundo Subterráneo. Parece que un grupo de spiriti europeos también había acompañado a la expedición de Hernán Cortés. Muy pronto acudieron más Wraiths europeos y finalmente esos cabrones ignorantes se dedicaron a esclavizar a los espíritus de los aztecas, que estaban igual de mal preparados para defenderse como sus contrapartidas vivas. Los devotos Wraiths europeos eran incluso más fanáticos que los conquistadores mortales, destruyendo las almas de miles y miles de spiriti nativos. Las matanzas a ambos lados del sudario terminaron provocando otro Maelstrom. Los Giovanni se habían enfrentado a una situación similar apenas dos siglos antes así que sabían lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, los sacerdotes aztecas fueron pillados con el culo al aire. Como no querían que semejante talento nigromántico fuera completamente destruido, los Giovanni que se encontraban en Tenochtitlán enviaron mensajes a casa mediante spiriti pidiendo permiso para Abrazar a algunos sacerdotes paganos. 

 Augustus y los anziani quedaron intrigados y aceptaron. Así que nuestros chicos se acercaron a los sacerdotes, que se hacían llamar los pisanob (un término maya que se traduce algo así como “fantasmas de los muertos que caminan sobre la tierra”), les presentaron la oferta y fueron escoltados hasta su líder, un tipo conocido como Pochtli. Supuestamente el líder se mostró muy receptivo a los Vástagos, porque todavía sigue siendo la cara nada bonita de la rama Pisanob del clan Giovanni hasta esta noche. Solía preguntarme por qué los Giovanni que visitaron Tenochtitlán se apresuraron tanto en Abrazar a los Pisanob. Cuanto más pienso en ello comienzo a darme cuenta de cómo la historia de los aztecas refleja los comienzos de la familia Giovanni. Aztecas y Jovianos eran grupos de refugiados que forzados por circunstancias fuera de su control se vieron obligados a exiliarse en busca de un nuevo hogar. Los dos grupos terminaron asentándose en un lugar de difícil acceso y lleno de agua, y mediante su fuerza de voluntad, ayudaron a construir una poderosa ciudad de grandiosa arquitectura, dividida por canales artificiales – los Giovanni en Venecia, los Pisanob en Tenochtitlán. Y ambos utilizaron las artes de la nigromancia para adquirir poder, sólo que ese poder les fue negado cuando más lo necesitaban debido a los efectos de una terrible tormenta espiritual en el Mundo Subterráneo.