Los miembros de la coterie de Brujos sonrieron con el sonido de la imponente voz,
que para ellos podía ser radiada desde otro mundo. El vínculo había sido roto. La voz
tenía razón: la esclavitud había terminado. Eran libres de convertirse en lo que quisieran.
Ahora podían forjar su propio destino.
—Sólo mediante el equilibrio perfecto entre acción y no acción, despertar y descanso,
vida y muerte, podréis alcanzar el estado de Ipsissimus. Cuando estéis armonizados con el
centro del mundo, seréis…
La voz se cortó abruptamente, la transmisión falló. Una de los Brujos abrió los ojos,
primero uno y luego el otro, y echó un vistazo a la habitación. Sus compañeros adeptos
hicieron lo mismo.
—¿Lo oís? —preguntó Roland, el Neófito, sin abrir los ojos.
—Nada —respondió Beatrice—. Nada en absoluto. Ni el chisporroteo de estática, ni
aire acondicionado, ni… electricidad. Han desconectado el complejo.
Los cinco acólitos se pusieron de pie y se vistieron rápidamente. Éste era el momento
del que les habían advertido, cuando la Casa regresase para reclamarlos.
No caerían sin luchar.
Somos inusuales, incluso para ser
magos de Sangre. Lo admito. El hecho
es que, cuando el vínculo se rompió,
nuestro magus maestro se convirtió
en un gusano de tres ojos (si los rumores son ciertos) y después estalló
Viena... Y me sorprende que no hubiese
más enfrentamientos entre facciones.
La Casa Carna afirma tener simpatía por los Anarquistas, pero esas
brujas son Camarilla hasta la médula. Schrekt afirma representar el
núcleo del Clan, la facción tradicionalista, pero ¿cómo puede hacer
tal afirmación cuando la cúspide de
la pirámide fue cortada limpiamente? Y luego están los monstruitos de
Goratrix... Puaj.
Me parece natural que nos aferrásemos a la magia que conocimos en
vida.
Sin el orden impuesto por el
Clan Tremere, exploramos la Magia
de Sangre y la ascensión de espíritu
y cuerpo en formas que nos permitiesen construir, no imitando fallos
previos.
Pero sí, somos inusuales. Somos
la única Casa de Tremere que pertenece exclusivamente al Movimiento
Anarquista. Pero no lo hacemos por
odio por la Camarilla o amor por el
ganado, sino porque nunca alcanzaremos nuestro estado superior mientras estemos en una jaula.
Los miembros de la Casa Ipsissimus
creemos en los esfuerzos de nuestros
antepasados: Crowley, Harris, Regardie, etc. Todos podemos alcanzar
la iluminación, pero nadie debería
hacer el viaje solo.
Informe nº 260:
Una cuarta casa
Investigaciones recientes nos llevan
a creer que nuestra suposición inicial en el informe nº 139 es incorrecta. Aunque en ese informe afirmamos
que los posmortales conocidos como
“Brujos” se alinean en tres “Casas”,
nuestros estudios sobre los Anarcas
revelan una cuarta casa conocida como
“Ipsissimus” (ver Crowley, Aleister en
el informe nº L32AC para más información respecto a este término).
Creada en apariencia recientemente,
estos cuerpos neutros apolíticos parecen más preocupados por asuntos espirituales que por el juego político, pero
es inquietante que practiquen derramamientos de sangre y sacrificios rituales que preocupan a otros hemóvoros.
Aunque no hacen gala de un sadismo evidente, la facilidad con la que asesinan, lisian y se regodean en actos carnales evidencia una clara desconexión
del comportamiento humano normal.
La Casa Ipsissimus está en nuestro
radar para la captura y destrucción inmediatas, a menos que encontremos un propósito por el que mantenerlos como espías e
instigadores inconscientes. Por el momento, no nos preocupa su actividad interna.
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