Los Kuei-jin difieren de los Vástagos en muchos aspectos, tanto física como psicológicamente. A continuación se indican algunas diferencias:
• Daño Agravado: Los Kuei-jin sufren daño agravado del fuego, de los colmillos y garras de los shen y de ciertos ataques aumentados con Chi. La luz del sol no les hace arder, sino que los pudre.
• La Bestia: A lo largo de los siglos los Kuei-jin se han familiarizado íntimamente con su alma primaria e instintiva (a la que denominan P'o). Todos ellos tienen una Virtud P'o que representa la fuerza de ese Demonio interior. El P'o tiene su propia Naturaleza y puede llegar a ser beneficioso para el personaje. Sin embargo, se trata de una criatura tan impredecible como la Bestia occidental y es mucho más astuta. Los Kuei-jin incautos pueden verse atrapados e indefensos en sus propios cuerpos mientras su P'o actúa fuera de control.
• Vínculo de Sangre: "Todos somos una Sangre", dicen los Kuei-jin con sinceridad (bueno, con hipocresía). Su sangre es "inerte" y no puede ser empleada para crear Vínculos de Sangre. Sin embargo, algunas Disciplinas representan señaladas excepciones a esta regla.
• Puntos de Sangre: Los Kuei-jin no tienen Puntos de Sangre, sino que refinan todas las sustancias en el Chi, ya sea el Yin (negro) o el Yang (escarlata). El Chi puede emplearse para curar heridas, alimentar sus Disciplinas y si se conocen los poderes apropiados, aumentar las Habilidades. Los Kuei-jin también logran energía emocional oscura de su P'o, una sustancia a la que denominan "Chi Demoníaco".
• Dharmas: Los Kuei-jin han sido enviados al Reino Medio con un propósito y es su obligación descubrir cuál es. Los Catayanos categorizan sus creencias personales mediante una serie de códigos conocidos como Dharmas. Éstos recuerdan a las Sendas de la Iluminación del Sabbat, pero son mucho más rigurosos... y provechosos. Seguir el propio Dharma puede llevar a un vampiro a comprender su condición, llegando al final a la Golconda.
• Diablerie: Los Kuei-jin no tienen generación per se, pero son más que capaces de alimentarse los unos de los otros. De hecho, han refinado el arte del robo de almas hasta convertirlo en una ciencia y algunos poderes llegan a basarse de ello. Algunos Catayanos tienen tanto miedo a la diablerie como sus contrapartidas occidentales, mientras que otros gobiernan su uso mediante elaboradas ceremonias.
• Disciplinas: Los Kuei-jin emplean Disciplinas, pero no las conocidas en Occidente. Varios siglos estudiando cada detalle de la fisiología y la psicología de la muerte les ha dado una gran comprensión del alma y el cuerpo vampírico. Esta perspicacia puede convertirse fácilmente en un arma, como muchos Vástagos han descubierto horrorizados.
• Abrazo: Los Catayanos no son víctimas del Abrazo aleatorio. Son verdadero muertos vivientes, mortales fallecidos y malditos para regresar a sus reinos espirituales y reencarnarse en el Reino Medio. Este proceso, denominado Segundo Aliento, es similar al sufrido por los Resucitados... aunque los Kuei-jin no son fantasmas en cáscaras mortales. El Pathos no significa nada para ellos ya que no tienen ninguna pasión que guíe sus vidas, salvo el hambre. Los Kuei-jin deben alimentar sus poderes ingiriendo Chi.
• Colmillos: Los Kuei-jin no disponen de colmillos de forma natural, aunque pueden hacerlos crecer invocando su P'o.
• Muerte Definitiva: La Muerte Definitiva es tan real para los Kuei-jin como para los Vástagos. Tras producirse el alma abandona el cadáver, que inmediatamente se desploma y convierte en ceniza. Los Kuei-jin temen a la Muerte Definitiva como pocas criaturas, ya que creen que para ellos no hay reencarnación. Si vuelven a morir sin completar sus obligaciones, el Gran Ciclo los expulsará y descubrirán un Olvido similar al de los monstruosos Espectros.
• Frenesí y Rötschreck: El P'o es tan real para los Kuei-jin como la Bestia para los Vástagos. Los vampiros asiáticos no solo sufren el Frenesí y Rötschreck, sino que también pueden ser literalmente poseídos por sus almas P'o. Los Catayanos se refieren a su estado mental "normal" como "naturaleza wa". Cuando entran en frenesí son presa de la "naturaleza del fuego". Cuando el terror se adueña de ellos sufren la "naturaleza de la ola". Por último, cuando el P'o se alza para tomar el control experimentan el estado conocido como "naturaleza de la sombra".
• Generación: Los Kuei-jin no creen ser descendientes de Caín y por tanto el concepto de generación les es irrelevante. Miden su poder por la edad y el progreso del Dharma. Como efecto secundario, entre ellos no hay "clanes"; aunque suelen agruparse en sectas, jerarquías, escuelas y otras estructuras sociales. Pero tales unidades no son dictadas por los caprichos de la Sangre. Sin embargo, si en algún momento es absolutamente imprescindible calcular la "generación equivalente" de un Kuei-jin, considérala numero 13 menos el nivel de Dharma.
• Ghouls: Los Kuei-jin no pueden crear ghouls. Su karma les obliga a llevar su maldición en soledad, por lo que no pueden compartirla con otros. Sin embargo, los Kuei-jin con un desequilibrio hacia el Yang (de ambos sexos) pueden llegar a tener descendencia. Estos hijos híbridos son conocidos como dhampyros. (La "y" en el nombre es para diferenciarlos de los occidentales)
• Golconda: Casi todos los Kuei-jin creen que han sido enviados al Reino Medio con un propósito específico y casi todos, odiando su estado atormentado y antinatural, tratan de encontrar el fin de sus existencias. El concepto que los Vástagos tienen de la Golconda podría ser una interpretación errónea (probablemente de Cappadocio o de Saulot) de las prácticas de los Kuei-jin.
• Desequilibrio: Los Kuei-jin deben regular su ingestión de Chi cuidadosamente para no sufrir un desequilibrio. Un exceso de Chi Yin suele llevar a un aspecto más cadavérico e inhumano con el tiempo; por el contrario, una tendencia hacia el Chi Yang puede producir la aparición de diversas enfermedades vampíricas mortales y extremadamente contagiosas.
• Las Estacas en el Corazón: Una estaca atravesando el corazón no paraliza automáticamente a los Kuei-jin. Sin embargo, este órgano es fundamental para procesar el Chi, por lo que algunos ataques pueden alterar el flujo de energía. Los vampiros del Yin son vulnerables a la madera, el elemento del Yang. Por el contrario, los vampiros del Yang son vulnerables al metal, el elemento del Yin.
• Luz Solar: Los Kuei-jin son vulnerables hasta cierto punto a la luz solar, pero su grado de protección depende de la cantidad de energía Yang en sus cuerpos. No "arden" ante el sol, sino que se pudren, ya que el Yang corroe las magias antinaturales que mantienen sus cadáveres en marcha.
• Sustento: No todos los Kuei-jin tienen que beber sangre para obtener sustento. Los más bajos, los chih-mei toman su Chi de la carne humana (o de la de otros seres sintientes). Los más refinados pueden "beber" el aliento, el espíritu o incluso la esencia bruta. Un efecto de esto es que los Kuei-jin son perfectamente capaces de comer y beber de forma normal, aunque no reciben sustento alguno. Pueden llegar a emborracharse, aunque la cantidad de alcohol necesaria para lograr esa proeza es realmente prodigiosa (un Kuei-jin puede beber diez veces más alcohol que un mortal promedio).
• Letargo: El letargo es para los Kuei-jin un estado al que denominan Pequeña Muerte. Durante la Pequeña Muerte el cuerpo del vampiro "muere", pero su alma dual permanece dentro del cadáver. Los Kuei-jin temen este estado ya que en él experimentan atormentadoras visiones y pesadillas y el espíritu es muy vulnerable a magias hostiles. Muchos Kuei-jin pierden su camino Dhármico tras entrar en la Pequeña Muerte.
• Virtudes: Los Kuei-jin no poseen las Virtudes de Conciencia, Autocontrol y Coraje. En su lugar emplean las dos parejas opuestas del Yin y Yang, Hun y P'o. Yin mide la sensibilidad del Kuei-jin a las energías negativas, mientras que el Yang señala la receptividad del vampiro a las positivas. Hun es el alma superior "racional", mientras el P'o es su alma inferior: el Demonio.
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