Es el corazón y el espíritu del pueblo. Define cómo actuamos y lo que creemos, lo que está bien y lo que está mal, cómo vivimos y cómo morimos. Es lo que somos.
-Robert Crais. Persiguiendo al Ángel.
Muchas de las Cortes más antiguas y establecidas, especialmente las que tienen sus raíces en China, siguen el Camino con absoluta diligencia. A medida que uno se aleja de este centro, las diferencias culturales y las circunstancias políticas resultan en diferentes interpretaciones del camino correcto de los Kuei-jin (si es que se llega a aceptar que hay un camino "correcto").
El Gran Principio
El Camino del Origen
Recuerda de dónde viniste, pues es el todo inmutable de tu propósito
El Camino del Linaje
Escucha a aquellos que fueron antes que tú y respeta a los que vendrán después,
pues todos son parte de la verdad
El Camino de la Integridad
Mantén tu honor y tu confianza en toda palabra y acción,
pues el comportamiento de uno afecta a toda la comunidad
El Camino de la Obligación
Comprende tus obligaciones hacia tus hermanos, hacia las fuerzas
del universo y hacia ti mismo y haz todo lo posible por cumplirlas
El Camino de la Propiedad
Practica la corrección en todo lo que hagas, pues el Gran Ciclo,
en todos sus aspectos, tiene su propia naturaleza, que debe ser seguida
El Gran Arhat Xue
Se dice que el Camino Quíntuple del Gran Principio fue abrazado por primera vez por un Kuei-jin llamado Xue (un nombre alegórico que significa tanto "estudio" como "sangre") que existió durante la Tercera Edad. La leyenda dice que Xue fue uno de los vampiros que cayó en el orden kármico. Pertenecía a una de las primeras Cortes de Kuei-jin y llevó una vida ejemplar de espiritualidad y equilibrio, siendo el primero en encontrar la Golconda tras la caída de los Wan Xian. El código de conducta que Xue (también conocido como "el Gran Arhat") seguía llegó a ser conocido como el Gran Principio, producto tanto de la revelación celestial como de la meditación personal.
Los Dos Discípulos
Tras el ascenso de Xue al rango bodhisattva, se dice que se retiró del mundo de los mortales y se alejó de la civilización en busca de un estudiante que recibiera sus enseñanzas y las usara sabiamente. En el transcurso de sus viajes conoció a un extranjero, a un errante de Occidente que también buscaba un modo de acabar con su existencia condenada. Este extraño, que se hacia llamar Zao-lat (Saulot), aceptó ser instruido por Xue y absorbió sus enseñanzas sobre la armonía y la paz interiores. Sin embargo, Zao-lat demostró ser imperfecto a los ojos del Cielo; cayó en desgracia y fue expulsado del lado de Xue, regresando a Occidente.
Entristecido, Xue siguió hasta dar con otra criatura torturada, una con la que los dioses estuvieron complacidos. Este discípulo se llamaba Ki, y es gracias a él que perduran las enseñanzas de Xue para que pasen de generación en generación a lo largo de las Edades. Sus escritos, los Ki Chuan o Comentario de Ki, forman los textos básicos de los Kuei-jin. Todos los Seguidores del Camino Quíntuple, desde el discípulo más reciente hasta el más poderoso Ancestro, tienen una copia y la consultan constantemente.
El Gran Principio en la Quinta Edad
Como ocurre con cualquier texto sobre la fe, el Gran Principio y el Camino Múltiple son seguidos con diferente intensidad por cada Corte Catayana. Algunas se adhieren a la letra de la ley y otras la interpretan muy libremente, por lo que existen numerosos acercamientos diferentes. Como el Gran Principio está basado en las enseñanzas de un Kuei-jin, Xue, que siguió un Dharma determinado (cuyos detalles parecen haberse perdido a lo largo de los siglos), la idea de que su pensamiento y su ceremonial pueden aplicarse por igual en todo el Reino Medio y a todas las Cortes y Dharmas ha caído en desuso. La firmeza con la que un Kuei-jin practica el Camino Múltiple es tanto un asunto de naturaleza práctica como de creencias personales. En su nivel más básico, el Gran Principio y el Camino Múltiple son un buen punto de anclaje para cualquier Kuei-jin en su batalla contra el incontrolable P'o.
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