He convertido en tierra mi ardiente corazón
Para que vos, Oscuro, cazador de la tierra ardiente
Podáis bailar la eterna danza
-Himno bengalí
La iluminación no llega sin disciplina. Como todas las filosofías orientales enseñan, debes refinar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu antes de que las brumas se abran ante ti. Un adiestramiento intenso desintegra los engaños mortales; en este estado elevado se desea que aparezca el dên.
Aunque no se espera de los Monos Corredores que se comporten como inmortales maduros, sí deben mostrar instrucción y corrección. Los patéticos Vástagos corretean como perros enfermos, lanzando dentelladas a todo lo que se cruza en su camino; esta falta de precaución no se permite entre los Kuei-jin cultivados.
Se espera de todos los nuevos vampiros que encuentren un maestro que les instruya. Un joven que no elige a un profesor suele recibir uno por asignación... normalmente por las duras. Algunos sifus (maestros) otorgan a sus pupilos una gran cantidad de tiempo y libertad; otros prácticamente los encadenan en las salas de entrenamiento y supervisan constantemente sus logros. Los rigores de la fase ré incluyen lecciones sobre cultura, historia, forma física y filosofía Dhármica. Se leen los Sutras de Sangre y se ofrecen koans. A veces las lecciones se tornan violentas: los maestros mortales no suelen ser pacientes y los inmortales son mucho peores. Casi todos los sifus tienen esclavos humanos cerca para limpiar la sangre y reparar la zona de entrenamiento cuando es necesario. Aunque muchas de las lecciones tratan sobre cultura, literatura o artes marciales, las más importantes ponen a prueba el autocontrol: el camino tradicional de la sabiduría y el Dominio sobre el Dominio.
Los maestros practican con sus pupilos cientos de técnicas de aprendizaje; los métodos varían de un profesor a otro y también para cada estudiante. Irónicamente, las prácticas que llevan a algunos hacia la iluminación distraen a otros. Mucha gente (los vampiros igual) pasan tanto tiempo en busca de la iluminación que no logran alcanzar el estado de apertura mental imprescindible para experimentar una verdadera epifanía. A pesar de todo, las siguientes herramientas se han convertido en partes esenciales de la búsqueda Dhármica: los foso para la concentración, el consuelo para el buscador de la verdad y el soborno para los dioses.
En términos de juego, el entrenamiento anima a un personaje a adquirir y cultivar todo tipo de Talentos, Técnicas y Conocimientos. Cualquier vampiro que siga un Dharma empleando los siguientes métodos debería tener al menos varios Rasgos relacionados. Los ejemplos incluyen: Alquimia, Artes Marciales, Bailar, Empatía, Expresión Artística, Expresión Poética, Herbolaria, Interpretación, Pericias, Seducción, Supervivencia, Tiro con Arco, Tortura, y por supuesto, Meditación.
Los maestros practican con sus pupilos cientos de técnicas de aprendizaje; los métodos varían de un profesor a otro y también para cada estudiante. Irónicamente, las prácticas que llevan a algunos hacia la iluminación distraen a otros. Mucha gente (los vampiros igual) pasan tanto tiempo en busca de la iluminación que no logran alcanzar el estado de apertura mental imprescindible para experimentar una verdadera epifanía. A pesar de todo, las siguientes herramientas se han convertido en partes esenciales de la búsqueda Dhármica: los foso para la concentración, el consuelo para el buscador de la verdad y el soborno para los dioses.
En términos de juego, el entrenamiento anima a un personaje a adquirir y cultivar todo tipo de Talentos, Técnicas y Conocimientos. Cualquier vampiro que siga un Dharma empleando los siguientes métodos debería tener al menos varios Rasgos relacionados. Los ejemplos incluyen: Alquimia, Artes Marciales, Bailar, Empatía, Expresión Artística, Expresión Poética, Herbolaria, Interpretación, Pericias, Seducción, Supervivencia, Tiro con Arco, Tortura, y por supuesto, Meditación.
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