Suelen morir de inanición o ser abatidos por los cazadores de brujas, hengeyokai o por sus congéneres.
Algunos son esclavizados por otros Kuei-jin, encadenados y usados como animales de caza. Poco más hay que decir de estos despojos, salvo que su destino en el Gran Ciclo no es precisamente agradable. Es mejor concentrarse en los Catayanos que escapan a este ignominioso destino. Unos pocos vampiros, los de voluntad especialmente fuerte, emergen del Segundo Aliento con su naturaleza wa bajo control. Algunos se alzan como chih-mei, pero logran dominar a sus Demonios internos.
Algunos son esclavizados por otros Kuei-jin, encadenados y usados como animales de caza. Poco más hay que decir de estos despojos, salvo que su destino en el Gran Ciclo no es precisamente agradable. Es mejor concentrarse en los Catayanos que escapan a este ignominioso destino. Unos pocos vampiros, los de voluntad especialmente fuerte, emergen del Segundo Aliento con su naturaleza wa bajo control. Algunos se alzan como chih-mei, pero logran dominar a sus Demonios internos.
Otros son capturados por Kuei-jin, llevados a un lugar seguro y sometidos a una serie de tortuosas pruebas durante las que se valora su cuerpo y alma. Si durante esta pruebas el alma Hun es incapaz de manifestarse, el chih-mei es esclavizado o ejecutado. Si el Hun consigue sobreponer al P'o, el Kuei-jin recién nacido es llevado ante la comunidad para que comience el proceso del ré, su instrucción en los rudimentos de la sociedad Kuei-jin.
0 comentarios:
Publicar un comentario