Etapa 06: Kôa

Tras ser iniciado en su wu, su Dharma y su dirección, el Kuei-jin está preparado para embarcarse en su kôa. Este periodo, que dura aproximadamente una vida humana, es una especie de presentación durante la que el Catayano explora su naturaleza y establece su lugar en el mundo. Para algunos Kuei-jin (los japoneses y los vampiros de la Corte Dorada en particular) el kôa es una fase de extravagancia y diversión en la que se espera de ellos que se sumerjan en el placer y la sensualidad (a menudo saldando viejas deudas) antes de cortar los lazos con los humanos y asumir las responsabilidades inherentes a su naturaleza (los Catayanos hablan con vergüenza, diversión y asombro del kôa del joven Serpiente Cantarina, que sin pretenderlo, provocó purgas en el gobierno de la República Popular, destrozó a Pentex en Hong Kong, descubrió al bodhisattva corrupto Tortuga y frustró un plan del Rey Yama Mikaboshi). Para otros Kuei-jin, el kôa es el comienzo de un camino largo y arduo hacia la iluminación: se les dan tareas que cumplir y no se les deja libertad para sus intereses personales.

Los vampiros de la Quinta Edad ven el kôa como un periodo para dejar huella en la sociedad no muerta y para (sorprendentemente) marcar la individualidad. Para desconsuelo de los ancestros, estos vampiros suelen considerar más importantes sus propios objetivos y las ambiciones de sus compañeros wu que el bien de toda la sociedad Kuei-jin. Algunos wu se preparan incluso para partir hacia Occidente, esperando crear feudos propios al tiempo que dicen actuar para todos los Kuei-jin. Para probar a estos discípulos, los mandarines les asignan objetivos específicos a realizar durante el kôa. Estas órdenes pueden cumplirse del modo que se desee, siempre que no se violen las normas de los Dharmas propios y de la sociedad Kuei-jin. Sin embargo, en ocasiones la verdadera sabiduría está en la desviación de estos objetivos, en favor de fines más oblicuos; un discípulo lo suficientemente perspicaz como para discernir esta verdad y cumplir sus metas alternativas es considerado un verdadero prodigio, obteniendo la estima de los demás.

Estas misiones suelen depender de las direcciones. Aquí se dan algunos ejemplos:

• Norte: Establecer la influencia del wu en Occidente. Lograr la paz entre los wu rivales cuya enemistad amenaza la estabilidad de toda la corte. 

• Oeste: Lanzar a los espíritus de los muertos contra Vástagos invasores. Encontrar un viejo artefacto o a un bodhisattva perdido durante generaciones.

• Centro: Resolver un acertijo presentado por un bodhisattva. Aumentar al máximo la propia comprensión del Hun y el P'o (es decir, aumentar ambas virtudes hasta sus máximos niveles).

• Este: Arrebatar el control de un rival sobre una corporación o un negocio ilegal. Esclavizar a una influyente familia mortal y emplearla al provecho del wu.

• Sur: Destruir un enclave de los Vástagos. Recuperar un Nido de Dragón en manos de un akuma o de los hengeyokai.

Tras completar el kôa, los Kuei-jin suelen adoptar un nuevo nombre que no tenga ninguna relación con su existencia mortal. Este apelativo es concedido en una elaborada ceremonia durante la cual el vampiro recibe una placa, un pendiente o cualquier otro objeto inscrito con el ideograma del nuevo nombre.

Como ocurre con los demás aspectos de la sociedad, el deterioro de la Quinta Edad ha afectado al kôa. Entre las incursiones de los Vástagos y los numerosos augurios amenazadores, los Kuei-jin de esta época podrían no disponer del lujo de una vida mortal antes de que la Sexta Edad caiga sobre ellos... y eso por no hablar de los siglos o milenos necesarios para completar sus Dharmas. Muchos ancestros opinan que es preferible limitarse a desplegar a los discípulos allá donde sean más necesarios y donde más puedan contribuir a la defensa. Si este servicio significa su destrucción, que así sea; es posible que su propiedad y su obediencia les concedan otra oportunidad de reencarnarse.