Etapa 07: Tiempos Interesantes

Y así, para los Kuei-jin que se alzan en los tiempos modernos el Segundo Aliento es una tempestad de posibilidades infinitas, embriagadoras y a menudo letales. Casi todos los Kuei-jin pasan al menos una parte de su kôa resolviendo asuntos mortales que dejaron pendientes. Ya sean la caza de su asesino o el pago de una vieja deuda familiar, los asuntos de amor, deber y venganza tienen un gran peso sobre el alma gemela de muchos discípulos. Estos cabos sueltos deben resolverse (o se debe fracasar en el intento de forma espectacular) para que pueda comprenderse su verdadera inutilidad y su transitoriedad. Por supuesto, algunos Kuei-jin son lo suficientemente obtusos como para contenerse con su habilidad para satisfacer sus hambres más toscas; estos vampiros se pierden en orgías de poder y sensualidad y se convierten en colosos empresariales o criminales... o simplemente en depredadores colosales.

El conflicto y el eventual contrataque contra Occidente ocupa la atención de muchos Kuei-jin. Los más jóvenes han demostrado ser exactamente útiles en esta empresa, dado su conocimiento de las costumbres bárbaras.

Algunos wu ya han hecho contactos mortales en Vancouver, San Francisco, Nueva York y otras ciudades occidentales. Si los Kin-jin pueden venir al Reino Medio, dicen los Catayanos, el Reino Medio puede ir hasta los Kin-jin. Los ancestros creen que es posible que el Ciclo pueda corregirse en el propio terreno de caza de los Cainitas. Otros Catayanos, creyendo que el refuerzo (o la destrucción) de la sociedad puede ser la única esperanza de salvación en los comienzos de la Sexta Edad, se sumergen totalmente en los planes de sus congéneres. La mayor parte de los Kuei-jin, el Quincunx, trata de reunir a todos los Catayanos bajo su estandarte. Solo de este modo, creen los mandarines de esta corte, se podrán emplear los deberes Dhármicos y enfrentarse al conflicto inminente. Por el contrario, los Kuei-jin de las zonas exteriores, comprendiendo que esta "unidad" resultaría en la lenta asfixia en brazos del Quincunx, se oponen amargamente a cualquier intento de "asimilación".

Otros vampiros dedican su Primer Viaje Sutil al estudio de los maltrechos mundos espirituales y de su lugar dentro del Gran Ciclo. Estos Kuei-jin se embarcan en búsquedas místicas para encontrar a los viejos bodhisattvas, los Nidos de Dragón y los artefactos sagrados. Muchos prefieren actuar en solitario, aunque en la peligrosa Quinta Edad cada vez son más los que buscan la seguridad de un wu de ideas similares.