La Espada del Cruzado

Hay diversas reliquias que encajan con esta descripción, todas creadas durante los primeros días de la Sociedad. Las reliquias propiamente dichas suelen estar en el puño de la espada. Invertida, la empuñadura y los gavilanes forman un símbolo sagrado, que insufla poder a la espada y lo canaliza a través suyo, añadiendo un dado de daño éxito en una tirada de Fe cuando se usa contra seres sobrenaturales. Las heridas causadas por estas armas, cuando son esgrimidas por uno de los Fieles, son agravadas. Mientras lleve encima una de estas hojas, el Fiel tiene el Mérito Voluntad de Hierro (no hay beneficios adicionales si ya lo tenía).

Estas espadas otorgan también un punto adicional de Fe. Se trata de espadas anchas medievales con hojas de cerca de un metro de longitud y empuñaduras de 25 centímetros. Es necesaria una fuerza mínima de 2 para llevarlas, y de 3 (o más) para esgrimirlas. El arma hace un daño de Fuerza + 5, agravado si está en las manos correctas. Además, irradia un aura de Fe inmediatamente discernible para cualquier vástago con Auspex (apareciendo como un nimbo de llamas doradas). A corta distancia, los vampiros sudan sangre. Hay cuatro de estas espadas en el Gran Relicario. Se sabe (o corren rumores) de la existencia de otras, pero esto no ha sido verificado.

El Arcanum tiene cinco de estas espadas y se cree que la Sociedad de Leopoldo dispone de tres. Se sabe que existen más, pero no es posible contar con ellas.