Abrazar mi vida igual que antes a las prostitutas
Sé que soy mejor que antes
No voy a reconstruirme
Sólo quiero quedarme aquí
En el lado soleado de la calle
-The Pogues, "The Sunnyside of the Street".
Los Tsurara o "Tribu del Cuchillo" son una familia nueva y radical. Reunidos a finales de los años 40 por un joven mago Gitano llamado Korasca, los Tsurara creen en la superioridad de los Rom sobre los demás pueblos y de su tribu sobre los demás Rom. Los Tsurara, que se consideran el epítome de todo lo que proporciona la Sangre, ven a su familia en ciernes como el cenit del pentagrama, el espíritu singular que constituye el nivel más alto de la evolución Romaní. Los Tsurara que afirman ser los nuevos Guardianes de Bonnerin, la Semilla de la Balanza Equilibrada (y a veces de todas ellas) creen que la Convergencia está a la vuelta de la esquina. También creen que serán la hoja afilada que corte los hilos de poder controlados por otros, especialmente por los vampiros.
El primer Tsurara, Korasca, fue el único miembro de su familia que sobrevivió al Holocausto. Sólo y lleno de odio, recorrió Europa en busca de otro Rom aislado como él. Finalmente, se encontró con una vampira neonata que le contó cómo ella y otros Rom se habían rebelado en Glodker, un campo de concentración Nazi. Esta shimulo, llamada Trinka, le explicó en detalle cómo otros shimulo habían Abrazado a muchos de los Rom del campamento y cómo se habían alzado contra sus vigilantes y destruido el campamento totalmente. Aunque le alegró conocer la noticias, Korasca se fue horrorizado cada vez más al oír a Trinka hablar de compartir y beber sangre. Preguntando a la shimulo, averiguó que ella y los otros habían dado su Sangre Romaní para convertirse en vampiros. Ocultando el horror que le provocaba esta historia, Korasca aceptó vigilar mientras Trinka dormía al abrazo de la tierra.
Korasca pasó medio día pensando en los nuevos horrores que le había revelado Trinka. No sólo le había hablado abiertamente de la Sangre, sino que ella y los otros habían entregado su Sangre, su herencia, para escapar de aquel campo de concentración. Los Rom del campamento habían vendido su herencia para escapar y salvar el pellejo. A ojos de Korasca, habían cometido un tipo de genocidio aún mayor que el del Tercer Reich volviéndose contra sí mismo y destruyendo su propia Sangre. Korasca supo enseguida lo que debía hacer. Cogió un pico y una pala, las armas tradicionales de los justos y oprimidos y expuso a Trinka a los rayos del sol, destruyendo así a su primera "traidora a la Sangre".
Esta tribu conocida como los Tsurara, la Tribu del Cuchillo, y también conocida como Asesinos, se dedica a mantener la pureza de la Sangre Romaní. Esta familia está convencida de que cuando llegue la Convergencia, los Rom de pura Sangre deberán estar preparados para desempeñar su papel crucial en la purificación. Si los Urmen ven a los Rom como comadronas en el nacimiento de una nueva era, los Asesinos se ven a sí mismos como cirujanos armados con escalpelos afilados. Los Tsurara esperan con ansiedad la llegada de la Convergencia, cuando al fin podrán empuñar la navaja al rojo vivo del cirujano, cortando todos los cánceres impuros y dejando solamente a los puros y sanos (en este caso, sólo los Rom verdaderos y los gaje destinados a servirles).
Entre la familia hay un debate aireado sobre quién es puro y quién es marhime, impuro, aunque la mayoría están de acuerdo en que se debe exterminar a los vampiros, especialmente a los Ravnos. Los Asesinos ven a los Ravnos como traidores de la peor clase, y ni siquiera los consideran Rom, ya que los vampiros sacrificaron su Sangre a cambio de poder y sin esta, no puede haber Rom. A los miembros humanos de la familia Ravnos los ven casi igual, aunque admiten que algunos de ellos, de Sangre especialmente pura, pueden salvarse.
El debate sobre la posición de los hombres lobo y sus parientes no provoca opiniones tan unánimes. Algunos insisten en que los hombres lobo personifican la furia física y el poder de los Rom y son de Sangre purísima, mientras que otros están en profundo desacuerdo y afirman que los hombres lobo, al ser en parte animales, tienen sus lealtades propias y por lo tanto, no pueden ser Gitanos puros en cuerpo y alma. Otros señalan el hecho de que son producto del incesto y están marcados por esa herencia. También hay otros Tsurara que creen que los Caminantes Silenciosos y otros Garou no son de Sangre tan pura como los Rom, pero pueden servirles de guardianes, igual que los perros que viajan en las mayorías de las kumpaniyi Rom (y Tsurara).
Los Asesinos están de acuerdo en que los Rom sólo deben unirse a otros Rom, de forma que la Sangre permanezca tan pura como sea posible. De este modo, tener hijos con un gaje se considera un crimen contra la Sangre y se castiga entre los Tsurara con las penas más severas, incluida la muerte.
La Tribu del Cuchillo anima enérgicamente a sus miembros a practicar sus habilidades, especialmente las relacionadas con la Sangre. Todas las ramas de la familia intentan mejorar constantemente sus habilidades. Esta es la razón principal por la cual los Tsurara, a pesar de ser un grupo de familias prácticamente aislado, animan a sus jóvenes a salir de gira con miembros de otras familias (incluso Ravnos). Los Tsurara mayores ven en esta práctica el modo más práctico de obtener información sobre lo que hacen y piensan otras familias (especialmente otras Familias de Poder), así como una forma de aprender las habilidades de otras familias. Sin embargo, en los últimos años muchos Rom jóvenes han empezado a negarse a aceptar en su kumpania a miembros del clan Tsurara. Cuando un Tsurara consigue que le acepten en una gira, suele estar sujeto a una estrecha vigilancia por las mismas razones por las que los Tsurara le animan a salir de gira. Debido a esta sospecha, muchos Asesinos fingen pertenecer a otra familia, normalmente a una más humilde, para poder ser admitidos.
Los Tsurara se dedican activamente a la búsqueda de vampiros, especialmente Ravnos ya que están convencidos de que la destrucción de los shimulo es una causa esencial. Dentro del clan Tsurara hay un número desproporcionado de jóvenes varones. Estos vagan de ciudad en ciudad en busca de líos. Los más radicales de entre ellos consideran que está bien no sólo estafar y robar a los gaje, sino también matarles. Los Asesinos jóvenes a menudo se rapan y se tatúan la cabeza, o llevan el pelo largo y descuidado. Muchos experimentan con drogas y otros tipos de alteración de la mente para activar y aumentar los poderes específicos de su Sangre. Aunque los Tsurara no son los únicos que corren el riesgo de caer en esta trampa, son los más proclives. Algunos de los miembros mayores del clan aprueban ese comportamiento, ya que afirman que la misión del Clan del Cuchillo es suficientemente importante como para afrontar estos riesgos.
Desgraciadamente para esos jóvenes, muchos de ellos llegan a un punto en el que sólo pueden usar sus habilidades de Sangre mediante las drogas. Esto crea un círculo vicioso de drogadicción que lleva a los Tsurara a la tumba antes de tiempo, demasiado a menudo y puede que también sea la muerte del clan.
El Papel de los Tsurara en una Crónica
Los Tsurara son una familia especialmente cruel y dominada por el odio que ha ido aumentando su poder desde que Korasca destruyó a su primer Ravnos. Aunque es perfectamente posible crearse un personaje Tsurara, creemos que es más conveniente usarlos como antagonistas en una crónica. Puede que el Narrador incluso se niegue a que los jugadores interpreten a miembros de este clan. Los Tsurara representan de forma muy real el peligro que acecha en la herencia de los Rom. Estos se han visto apartados de los demás pueblos por su Sangre y su gran sabiduría. Además, se les ha perseguido simplemente por ser diferentes y ser una minoría y porque los demás reconocen que tienen algo que el resto de la gente no tiene. Estas condiciones han servido para unir a los Gitanos como sólo la intimidad de una minoría amenazada y discriminada que solo un mundo hostil puede hacerlo.
Los Gitanos cuidan con esmero su singular sabiduría, su herencia y sus habilidades, protegiéndolas del monstruo cultural que constituye el mundo de los gaje. Sin embargo, en el caso de los Asesinos, el poder en sí y la identidad comunal de los Rom se han convertido en algo enfermizo y han resultado en una mentalidad de abuso de poder. Los Tsurara creen aquello que los gaje temen: que cualquiera que tenga acceso superior (o exclusivo) al poder y la sabiduría verá a los otros como inferiores y abusará de ellos. De esta forma, se ven arrastrados a un círculo vicioso de miedo e inseguridad. Los seres con esta clase de mentalidad de miedo constante, suelen temer que si no son ellos los que aplastan a los demás, manteniendo su superioridad mediante el dolor, serán los demás los que los aplasten a ellos.
Esta clase de mentalidad se alimenta en sí misma, y hace que estos individuos vean a cualquiera que no entre dentro de los parámetros rígidos del grupo, como un enemigo al que se debe torturar y destruir. De la misma forma, aquellos miembros del grupo que no compartan las mismas habilidades y el mismo odio ferviente, también se convierten en el enemigo. En este círculo vicioso de dolor, dominación y subyugación no hay mucho sitio para la redención.
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