Todos los Kuei-jin que han sobrevivido al Segundo Aliento sin sucumbir totalmente al P'o lo han hecho gracias a una combinación de fuerza interior y poder innato. Un Kuei-jin que logra elevarse sobre esta existencia inicial gravita de forma natural hacia un Dharma específico, dependiendo de sus poderes espirituales y de su fuerza. Tras varios años de riguroso entrenamiento e iniciación, el Kuei-jin que sobrevive es presentado ante la comunidad, iniciado en un wu y normalmente, admitido en una Corte.
Estos vampiros son denominados discípulos ya que tras esta iniciación se cree que han dado el primer paso hacia las culminación de un Dharma y el descubrimiento de su verdadero propósito. Los discípulos son considerados oficialmente parte de la sociedad Kuei-jin.
Aunque se encuentran en lo más bajo de la escala, disfrutan de los derechos básicos de todo Catayano, tanto en su Corte como en el resto del Reino Medio. Los derechos de que disfruten variarán de una Corte a otra, pero el hecho de que haya logrado el respeto de los demás es un episodio significativo en su vida. Los discípulos tienen que lograr los objetivos de su Corte y de su Camino. Son los agentes de la continuidad, los herederos del Dharma y los nuevos miembros de la búsqueda que centre el Gran Ciclo. En vez de maltratar a sus discípulos, de despreciarlos y de usarlos como peones como hacen los Vástagos con sus propios chiquillos, los Kuei-jin más viejos ven a estos jóvenes vampiros como el futuro de la raza. Por tanto, se estimulan y ayudan su crecimiento espiritual... o eso dicen.
Nota: Se supone que todos los personajes iniciales han alcanzado este rango.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario