Nivel de Dharma 6 o más: Mandarín

En la sociedad china tradicional, la clase de los intelectuales (los ministros, profesores y concejeros del emperador o de los gobernantes regionales) ostentaban una posición especial que dependía de sus capacidades intelectuales y administrativas. En la sociedad Catayana, esta distinción recae en los consejeros y administradores de una Corte o en un Ancestro regional; estos Kuei-jin, como sus contrapartidas mortales, suelen ser denominados mandarines.

Ya presten su ayuda a Cortes determinadas o a grandes estructuras políticas, los mandarines son jina que han distinguido en su función como guías espirituales, al mismo tiempo que mostraban una especial afinidad con la administración.

Se trata de una casta singular dentro de la sociedad Kuei-jin; disponen de sus propias costumbres, rituales y jerga, separándose de todos los demás niveles sociales. Funcionan como asesores políticos para los Ancestros, como embajadores entre las diferentes Cortes y como guías espirituales para los jina. Algunos realizan otras funciones: Ministro de Ceremonias, General de Caza de Diablos Extranjeros, o Primer Interrogador, por ejemplo. A los mandarines también se les da una enorme responsabilidad en cada Corte ya que eligen a su Ancestro. Considerando todos estos poderes y deberes, muchos Kuei-jin se sorprenden ante la naturaleza taciturna y solidaria de los mandarines; aunque son recibidos en la sociedad Kuei-jin como asesores espirituales de confianza y "creadores de reyes" de facto, el aura enigmática que les rodea resulta desconcertante para muchos, aunque muy pocos los admiran.