Son los mandarines de una Corte los que eligen al Ancestro, si es que llegan a hacerlo; seleccionan a los candidatos mediante una combinación de debates y revelaciones espirituales, fijándose también en su Dharma. Esta selección es potestad exclusiva de los mandarines, que tienen la última palabra en la consideración de los candidatos y en la elección final. La selección de un Ancestro para el gobierno de una ciudad o de una región es un asunto más abierto.
En este caso, cada Corte Kuei-jin dentro de la ciudad o región puede mandar una delegación para unirse y hablar sobre los candidatos, votando al final el nombre del sucesor. Todos los Kuei-jin asignados a este puesto muestran una gran ambición política y mucha astucia, disponiendo además de la firmeza espiritual de su Dharma para representar a los Kuei-jin con su autoridad. Por este motivo, el Ancestro de una ciudad ha sido tradicionalmente Ancestro de una Corte, aunque no es imprescindible. En determinadas ocasiones, debido a una baja población de Kuei-jin o una gran exhibición de talento, un mandarín o un jina de alto rango ha sido elegido Ancestro.
Los Tres Diálogos
La asignación de un Kuei-jin al gobierno de una Corte o una ciudad nunca es automática. El elegido debe someterse a una prueba de liderazgo y carácter, demostrando su aptitud para el mando. Esta ordalía, llamada los Tres Diálogos, se desarrolla a lo largo de tres noches y pone a prueba todas las facetas de la habilidad del Kuei-jin.
• La primer anoche se examina la mente. El candidato es interrogado de forma exhaustiva durante horas por todos los maestros y mandarines de la corte (o, en el caso de un nombramiento regional, por todos los delegados reunidos) para determinar su dominio sobre la vasta filosofía Catayana. Lo normal son los feroces debates sobre asuntos espirituales y la exigencia de recordar las referencias más oscuras y fuera de contexto de las grandes obras de pensamiento Kuei-jin. Se espera del Ancestro potencial que discuta con ingenio y solo se tolera la perfección.
• La segunda noche se pone a prueba el cuerpo físico. Se espera del candidato que sepa luchar y para comprobarlo se enfrenta a cinco de los guerreros más respetados de la Corte. Dependiendo de las zonas se puede o no emplear armas, pero el candidato debe derrotar a todos sus oponentes, a veces en varias ocasiones.
• La tercera noche y probablemente la más importante, pone a prueba el alma. Los mandarines y sabios que participan en los Tres Diálogos se enfrentan conjuntamente al Ancestro potencial y contactan con su P'o mediante una combinación de guerra mágica y psicológica. El vampiro debe buscar en lo más profundo de su ser las fuerzas que le permitan a su P'o, totalmente enloquecido, enfrentarse a los ataques de la asamblea y al mismo tiempo lograr retener su Hun racional. Además de demostrar su fuerza de voluntad, la actividad rompe cualquier barrera psicosomática que exista entre el Kuei-jin y su P'o, abriendo al candidato a Artes Demoníacas que hasta ahora han permanecido dormidas.
No hace falta decir que los Tres Diálogos no son sencillos. Muchos Kuei-jin aparentemente preparados no han soportado la tercera noche de las pruebas, lo que suele resultar en la locura o en la Muerte Definitiva. La intensidad de esta ordalía resalta la importancia que los Catayanos dan a la selección del Ancestro adecuado, mostrando la voluntad de destruir a uno de los suyos antes que sufrir las consecuencias de una elección equivocada. Los Kuei-jin creen que el Cielo, los mundos del espíritu y el Gran Ciclo iluminan invariablemente la decisión correcta del Ancestro. Los Tres Diálogos son el medio tradicional para descubrir los deseos de estas augustas fuerzas.
Los Tres Diálogos
La asignación de un Kuei-jin al gobierno de una Corte o una ciudad nunca es automática. El elegido debe someterse a una prueba de liderazgo y carácter, demostrando su aptitud para el mando. Esta ordalía, llamada los Tres Diálogos, se desarrolla a lo largo de tres noches y pone a prueba todas las facetas de la habilidad del Kuei-jin.
• La primer anoche se examina la mente. El candidato es interrogado de forma exhaustiva durante horas por todos los maestros y mandarines de la corte (o, en el caso de un nombramiento regional, por todos los delegados reunidos) para determinar su dominio sobre la vasta filosofía Catayana. Lo normal son los feroces debates sobre asuntos espirituales y la exigencia de recordar las referencias más oscuras y fuera de contexto de las grandes obras de pensamiento Kuei-jin. Se espera del Ancestro potencial que discuta con ingenio y solo se tolera la perfección.
• La segunda noche se pone a prueba el cuerpo físico. Se espera del candidato que sepa luchar y para comprobarlo se enfrenta a cinco de los guerreros más respetados de la Corte. Dependiendo de las zonas se puede o no emplear armas, pero el candidato debe derrotar a todos sus oponentes, a veces en varias ocasiones.
• La tercera noche y probablemente la más importante, pone a prueba el alma. Los mandarines y sabios que participan en los Tres Diálogos se enfrentan conjuntamente al Ancestro potencial y contactan con su P'o mediante una combinación de guerra mágica y psicológica. El vampiro debe buscar en lo más profundo de su ser las fuerzas que le permitan a su P'o, totalmente enloquecido, enfrentarse a los ataques de la asamblea y al mismo tiempo lograr retener su Hun racional. Además de demostrar su fuerza de voluntad, la actividad rompe cualquier barrera psicosomática que exista entre el Kuei-jin y su P'o, abriendo al candidato a Artes Demoníacas que hasta ahora han permanecido dormidas.
No hace falta decir que los Tres Diálogos no son sencillos. Muchos Kuei-jin aparentemente preparados no han soportado la tercera noche de las pruebas, lo que suele resultar en la locura o en la Muerte Definitiva. La intensidad de esta ordalía resalta la importancia que los Catayanos dan a la selección del Ancestro adecuado, mostrando la voluntad de destruir a uno de los suyos antes que sufrir las consecuencias de una elección equivocada. Los Kuei-jin creen que el Cielo, los mundos del espíritu y el Gran Ciclo iluminan invariablemente la decisión correcta del Ancestro. Los Tres Diálogos son el medio tradicional para descubrir los deseos de estas augustas fuerzas.
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