Sin embargo, las desventajas pueden ser graves. Los Nidos de Dragón suelen tener guardianes, ya sean shen que mantienen la armonía e integridad del lugar o espíritus que actúan como protectores de una entrada en particular. El Catayano que desee emplear el Nido como portal debe pedir permiso a los guardianes o vencerlos en combate o en cualquier otra competición.
Además, casi todos los Nidos de Dragón conducen a un lugar específico de los mundos espirituales, por lo que habrá que asegurarse de que se trata del destino esperado.
Sistema: una vez se encuentra un Nido de Dragón adecuado, el Narrador determina si el sitio está protegido y, en tal caso, lo que debe hacerse para obtener el permiso del guardián o para derrotarlo. Si el personaje logra acceder al Nido deberá invocar el Rito de Súplica y tirar su Yang o su Yin permanente (el que corresponda), con la Muralla local +4 como dificultad (mínimo 6). Solo se necesita un éxito para abrir el portal. El Narrador puede ajustar las dificultades para aquellos que quieran viajar a un mundo que contradiga su Chi dominante.
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