Las leyendas continúan diciendo que estos Wan Xian comenzaron a discutir amargamente, culpándose los unos a los otros por su maldición.
El odio se convirtió en discordia y peleas, así que cada uno marchó por su lado. Cada una de las Cinco Direcciones fue reclamada por un poderoso inmortal que atrajo a otros Wan Xian menores bajo su estandarte.
Estos Cinco Emperadores guiaron a su pueblo hasta las zonas más remotas del Reino Medio, estableciendo las primeras Cinco Cortes: la Corte de la Tortuga Negra (que cubría lo que hoy se conoce como Manchuria y el norte de China), la Corte del Tigre Blanco (que se quedó cerca de su hogar ancestral en el Tíbet), la Corte del Emperador Amarillo (que estableció una gran base de poder entre los primeros habitantes del Río Amarillo y sus alrededores), la Corte del Dragón Celeste (que se extendió hacia las tierras desconocidas de Corea y Japón) y la Corte del Fénix Escarlata (que viajó hasta las lejanas junglas del sur). Estos gobiernos eran fuertes en su iniquidad y apenas se comunicaban con sus hermanos, aunque las hostilidades no eran frecuentes, cuando se producían sacudían tanto los Cielos como la Tierra.
Algunos Catayanos más atormentados, que temían el ascenso de las Cortes, abandonaron a sus congéneres y buscaron la soledad de la naturaleza y una no vida de reflexión. Muchos creen que el propio Gran Arhat Xue fue uno de estos peregrinos exiliados.
Algunos Catayanos más atormentados, que temían el ascenso de las Cortes, abandonaron a sus congéneres y buscaron la soledad de la naturaleza y una no vida de reflexión. Muchos creen que el propio Gran Arhat Xue fue uno de estos peregrinos exiliados.
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