La Yakuza

La expresión "mafia japonesa" es incorrecta. La Yakuza, la principal organización criminal de Japón, controla las drogas ilegales, la prostitución, la trata de blancas, el juego y muchas otras cosas más. Sin embargo, ahí terminan todas las semejanzas entre los cárteles japonese y el mundo de Gotti y compañía.

La Yakuza es una poderosa fuerza en muchos barrios de Tokio y en las ciudades de todo el país. Está dividida en varias familias, o gumi, cada una de las cuales controla una gran parcela del crimen organizado. Al contrario que la Mafia, la Yakuza no trata de ocultarse tras grandes operaciones legales. Muchas de las principales familias tienen sus cuarteles en los principales edificios de oficinas de Tokio, y todo el que quiera hacer negocios con ellos sabe quiénes son y qué hacen. Los miembros de la Yakuza cumplen (o se supone que lo hacen) una reglas y un estricto código de honor que mantiene a la organización funcionando con la precisión de un microchip. 

El código fomenta la lealtad, el apoyo a las actividades de los demás miembros, la obediencia incuestionable y la eficacia despiadada. Aquellos que fallen suelen ser castigados con severidad, incluyendo la mutilación e incluso la muerte por el incumplimiento de una sola norma. Por supuesto, los Kuei-jin están presentes en todos los niveles de los gumi Yakuza. Este grupo ofrece a los Catayanos una excelente cobertura para sus actividades nocturnas, además de ser un enemigo formidable para la policía.