Bajo el Reino Medio, opuesto al Yang, se encuentra el siniestro Mundo del Yin. Aquí todo es sombrío, apagado y silencioso. Estos Reinos son más estables que los del Yang y sus moradores son más relajados... o resignados. La mayoría de las almas humanas acuden aquí tras la muerte, aunque pasan al Mundo Yang tras el proceso de reencarnación.
Al contrario que el mosaico de sensaciones del Yang, el Mundo Yin dispone de un centro relativamente estable: la gargantuesca creación espiritual conocida como el Inframundo y, bajo ella, el Vacío. Son muy pocos los vivos que viajan hasta estas tierras, aunque los Kuei-jin, algunos magos y cambiaformas descienden a los Reinos Yin para cumplir determinadas misiones. Los Catayanos orientados hacia esta energía negativa suelen considerarse siervos del Dragón de Ébano.
Reinos Yin
El Mundo Yin también contiene Reinos sobre los que Ki escribió. A continuación presentamos los más importantes:
El Reino Oscuro de Jade
En el centro del Yin se encuentra el Inframundo, también conocido como el Reino Oscuro de Jade. Casi todos los humanos del Reino Medio que se convierten en fantasmas terminan aquí, aunque algunos son cosechados por los Reyes Yama y conducidos al Yomi. El Reino Oscuro de Jade es un lugar siniestro, esculpido con el pálido jade blanco, un material formado con las almas de los infortunados que fueron considerados indignos de otra cosa que no fuera contribuir a la fundación del Reino. El lugar es gobernado por el tirano Qin Shiguang, a los que algunos Kuei-jin sirven por miedo.
La Jungla Susurrante
En los límites del Reino Oscuro de Jade se encuentra una gran extensión de follaje surgido de la misma Tempestad y que se extiende sin control en todas direcciones. Este bosque, que crece con formas imposibles para las plantas normales y que responde con lamentos a los vientos de la Tempestad, es conocido como la Jungla Susurrante. Todo el lugar y sus habitantes están compuestos de metal, ya que éste es el elemento del Yin. Árboles de plata con hojas afiladas brillan en la luz apagada y las lianas de alambre hacen muy difícil avanzar. Serpientes de bronce y perros de hierro recorren la floresta en busca de viajeros desprevenidos. Sin embargo, los más peligrosos moradores de la jungla son los Mukade, gigantescos ciempiés demonio aparentemente construidos con placas de hierro negro. Los Reyes Yama suelen esclavizar a estas criaturas y las emplean como máquinas de asedio vivientes en sus guerras eternas.
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