Otro conflicto, tan sencillo como satisfactorio, es la eterna guerra entre grupos Kuei-jin. Los wu se organizan de acuerdo a ideologías comunes (los hay de guerra, espirituales, místicos, de reconocimiento, de exploración, de espionaje, diplomáticos, etc.). Además, las Cien Familias Cadavéricas existen desde hace milenios y algunas de las diferencias entre ellas se remontan a sus orígenes. Un personaje adoptado en un wu "ilustre" podría heredar una enemistad igual de "ilustre" de las noches de la Dinastía Chou.
Si hablamos de los personajes que montan su propio wu... más les vale demostrar su valía antes de que las Cien Familias eliminen "accidentalmente" a unos molestos y potencialmente peligrosos arribistas. Como los conflictos entre Cortes, las diferencias entre diferentes wu pueden adoptar muchas formas y adecuarse a las preferencias de los jugadores. Si una traición a un wu debe producirse en las salas oscuras de un edificio gubernamental, que así sea.
En los niveles inferiores, los enfrentamientos entre wu son como las peleas entre bandas callejeras: los Akuma-Ryu se llevan muy mal con los Lotófagos y los encuentros entre ambos nunca son agradables. La enemistad puede traducirse en diferentes golpes sociales (¿quién no ha visto a unos pandilleros pasearse como gallos frente a sus enemigos para gritarles obscenidades?) o, más comúnmente, en una violencia que termine para siempre con las diferencias.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario