Sistema: El Kuei-jin debe tocar a la víctima y gastar un punto de Fuerza de Voluntad. Luego se realiza una tirada de Resistencia + Meditación (dificultad 7). Si se tiene éxito, el jugador conocerá inmediatamente el número exacto de puntos permanentes de Chi Yin y Chi Yang poseídos por la víctima. Cada uno de los éxitos obtenidos permite ajustar las puntuaciones permanentes de Chi Yin o de Chi Yang cambiando un punto de Chi Yin por uno de Chi Yang (así, por ejemplo, con tres éxitos pueden convertirse tres puntos de Chi Yang en tres puntos de Chi Yin). Por lo general, estos se utiliza para crear un Desequilibrio de Chi, si bien también tiene otros efectos.
Cuando se utiliza sobre otro Kuei-jin, este poder le hace entrar automáticamente en la Naturaleza del Fuego o en la Naturaleza de la Ola, dependiendo de cuál sea su puntuación permanente de Chi más alta después de ajustar su Verdadero Equilibrio. De este modo, si las puntuaciones de un Catayano son alteradas con este poder de manera que queden cinco de Chi Yin y tres de Chi Yang, el sujeto entra inmediatamente en la Naturaleza del Fuego. Si el Verdadero Equilibrio resulta en valores idénticos para Chi Yin y Yang, la víctima deberá realizar una comprobación de Momentos de Ceguera, ya que lo repentino de este estado de tranquilidad pura le hace cuestionarse sus acciones pasadas y su Dharma. Los Kin-jin afectados por este poder entran automáticamente en Röstchreck.
Si se utiliza para equilibrar un ser de otro modo desequilibrado, este poder elimina o alivia los efectos del desequilibrio de Chi. Si se utiliza sobre un mortal puede curar cualquier enfermedad o infección, incluyendo algunas como el cáncer, la lepra o el SIDA, a discreción del Narrador (algunos Kuei-jin utilizan este poder solamente para curar a mortales convalecientes, o, por el contrario, para infectarles con dolencias debilitantes). En cualquier caso, equilibrar el Chi de la víctima con este poder también cura cualquier infección causada por Dominio del Chi.
Nivel 09 - Ajustar el Equilibrio Verdadero
Más temido que incluso Abrir las Puertas, este poder representa el control definitivo del Kuei-jin sobre el Chi, permitiéndole crear un desequilibrio permanente en el Chi de la víctima, con todas las dificultades inherentes a tan lamentable estado.
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