El Budismo en el Reino Medio

Esta religión llegó a China en el siglo primero después de Cristo, durante el reinado de la Dinastía Han, donde fue llamado Fo-jiao. Era un tiempo de grandes conflictos entre los Kuei-jin, cuando muchos de los Catayanos permitían que su P'o tomase una posición más dominante y las luchas internas entre las Cien Familias Cadavéricas se incrementaban. La doctrina budista de amabilidad y moderación como senda hacia la iluminación resultaba muy atractiva para algunos Kuei-jin, especialmente aquellos que añoraban noches más pacíficas. Otros se burlaban de los misioneros y a los recientemente convertidos que afirmaban que la "vida era sufrimiento". "¿Cómo pueden los mortales ni siquiera empezar a apreciar lo que es el verdadero sufrimiento?" afirmaban los cínicos, temblando casi imperceptiblemente mientras imágenes de su estancia en el Mundo Yomi acudían desatadas al ojo de sus mentes.

A pesar de todo, el Budismo se enraizó gradualmente entre mortales y Catayanos y se extendió lentamente hacia otras partes del Reino Medio, convirtiéndose en uno de los credos más importantes del área y compartiendo escenario con el Confucianismo, el Taoísmo y el Sintoísmo. Se dividió finalmente en dos sectas principales: Therevada y Mahayana, cuya diferencia más importante era que la primera describía la iluminación como "paz y tranquilidad" mientras que la segunda lo hacía como "la insustancialidad e inmutabilidad de la esencia del Buda" y la "realidad definitiva". La secta Mahayana fue la responsable de la creación de la creencia en que existen bodhisattvas (seres que están cercanos a un estado total de iluminación) que han alcanzado el Nirvana, pero que no han pasado a la bienaventurada Tierra Buda. Esos seres iluminados permanecen en el mundo debido a su misericordia respecto a la humanidad y hacen voto solemne de ayudar a todos los humanos a llegar al Nirvana antes de que ellos mismos emprendan el viaje hacia las tierras de paz infinita. De hecho, muchos de los Kuei-jin budistas se asocian con la Dirección Este, viajando incluso por las tierras del Reino Medio como monjes itinerantes.