Los Kuei-jin y El Camino

Un Kuei-jin que haya sido un verdadero devoto taoísta durante su vida mortal generalmente no suele sufrir un lapsus de fe religiosa tras su segundo aliento. En vez de eso acepta su condición como parte del Camino y se adapta a sí mismo y a su sistema de creencias a su nueva forma de no vida. A pesar de todo, es extremadamente raro que un verdadero devoto reúna alguno de los criterios necesarios para cavar su camino de vuelta desde el Mundo Yomi.

Es más frecuente el caso en el que un taoísta reciba el Segundo Aliento habiendo seguido el Camino de forma desprendida durante sus días mortales, por lo que se vuelve a despertar en un estado confuso y ansioso (por decirlo eufemísticamente).

Un taoísta en estado de calma generalmente formula una o dos teorías durante sus primeros meses de no vida. La primera es que el Kuei-jin hizo algo tan increíblemente despreciable cuando era mortal que el mismo Tao le volvió la espalda, arrojándolo del Gran Ciclo. La segunda y más popular postula que, los Kuei-jin siguen formando parte del Tao pero que, paradójicamente, están fuera del Gran Ciclo. Aquellos que apoyan la primera teoría suelen romperse en los primeros meses de sus no vidas y caen en una violenta orgía suicida que da como resultado una Muerte Definitiva rápida y misericordiosa a manos de sus antiguos. Aquellos que abrazan la segunda teoría varían entre el regocijo hasta el desaliento, pero muchos se mantienen en un término medio entre esos extremos.