El seguidor de este credo venera a los kami e intenta vivir la vida de forma acorde con la voluntad de estos seres y puede conseguir un estado espiritual superior mediante la adoración y la comunión con ellos.
El Sintoísmo es, sin embargo, algo más que la simple fe en poderes superiores: es una forma de vida y un conglomerado de actitudes e ideas. En tiempos pasados esta religión era tanto una fe personal como una forma colectiva de vivir la vida.
Siempre ha sido un sistema de creencias optimista que profesa que el mundo es inherentemente un lugar bueno que ha progresado lentamente desde el caos de la contradicción y la confusión hasta un estado de orden, armonía y unidad. Este proceso a sido ayudado por los kami y por el acuerdo entre su voluntad y la humanidad.
El Yomi-no-kuni
Se considera que la gente también es inherentemente buena y los Sintoístas piensan que toda la maldad que alguien puede cometer a algo semejante a una enfermedad. Debido a que el mundo y la humanidad pertenecen a los siempre virtuosos kami, la maldad no puede, por lo tanto, ser originaria del mundo o causada por los humanos: proviene de lo que los ancestros llaman el Yomi-no-kuni, o el Mundo Tenebroso, donde se originan espíritus malignos llamados magatsuhi, que a menudo se cuelan a hurtadillas en nuestro mundo con la intención de corromper a los humanos que, a pesar de poseer un alma buena, tiene un cuerpo débil y pueden sucumbir fácilmente a los susurros seductores de estos seres.
Esos espíritus malignos pueden también causar desastres naturales, contaminación y mala suerte, alterar el orden social, crear conflictos entre las gentes y, por lo general, hacer un gran daño a la humanidad. Uno puede librarse de los magatsuhi usando la fuerza de voluntad personal y removiendo la contaminación causada por su depravada influencia de manera conforme con las ceremonias. En el mundo moderno los Sintoístas observan la creciente influencia de estos seres sobre el género humano, lo que les ha llevado a empezar a preguntarse si el portal entre este mundo y el Mundo Tenebroso ha quedado ampliamente abierto. A muchos les parece que los magatsuhi están tomando lentamente el control de este mundo aumentando el caos y la discordia mientras que los kami se retiran al Takama-ga-hara (la Alta Llanua Celestial) o, lo que es aún peor, son destruidos.
Los Kuei-jin se maravillan de cuán acertada es en ocasiones las visión Sintoísta de las cosas espirituales. Muchos dicen que esto es la prueba de la influencia de los Catayanos sobre la humanidad en los tiempos en que se formó esta religión. Por supuesto, cualquier evidencia de que afirme o deniegue esto se ha perdido.
Moralidad Sintoísta
Que lo bueno y que lo malo es algo relativo en el Sintoísmo moderno y el valor moral de una acción depende de la motivación, de las circunstancias específicas involucradas en el acto y del desenlace final. Si una acción es cometida con un corazón malvado, con deseo egoísta y odio hacia otro es considerada malvada incondicionalmente. Por lo general, un seguidor del Sintoísmo debería guardar una conducta cortés y decorosa, ser sincero, practicar la conciliación, cultivar sentimientos de buena voluntad, cooperación y afecto e intentar vivir en concordancia con la mente de los kami. Mientras que muchos Catayanos ríen entre dientes de la idea de vivir de acuerdo con la mente de algo que no existe ya en su forma verdadera en el Reino Medio (y que sus hermanos fácilmente imitan), otros le dieron un giro más idealista a la idea.
Los kami del sintoísmo incluyen a la Reina Escarlata y al Dragón de Ébano (conocidos como Izanami e Izanagi por los japoneses), quienes crearon a los Wan Xian y los maldijeron para convertirlos en Kuei-jin. Por lo que vivir siguiendo el sendero de los kami podría ser una forma de redención para los Catayanos y así regresar el Gran Ciclo.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario